Desde el momento en el que el Gobierno fijó las fases de la desescalada y empezó a autorizar la asistencia al lugar de trabajo, muchas empresas empezaron a organizar la vuelta a la “nueva normalidad”. El impacto en la salud, la incertidumbre, las semanas de teletrabajo o las restricciones de movilidad han repercutido negativamente en los empleados, física y psicológicamente. Además, seguirá afectando debido a las restricciones que se seguirán aplicando en las próximas semanas o meses.
Más allá del reto de adecuar los espacios de trabajo y organizar la incorporación escalonada de la plantilla para mantener la distancia social, las empresas deben abordar cómo recuperar el bienestar de los empleados y el papel que tiene, especialmente, en aspectos como la salud mental, el ejercicio físico o la alimentación.
“Las empresas se enfrentan a un gran reto: devolver a sus empleados la sensación de bienestar corporativo, una de las principales armas a la hora de captar y retener talento”, explica Miriam Martín, directora de Marketing de Sodexo Beneficios e Incentivos. “Debido a la compleja situación, muchas se están centrando únicamente en adecuar los espacios de trabajo, pero debemos descuidar otros beneficios que tienen una gran repercusión en el bienestar, y que se han visto especialmente afectados durante la pandemia, como el ejercicio o la salud mental”.
Sodexo Beneficios e Incentivos analiza los puntos clave a tener en cuenta para garantizar esta recuperación y cómo se deben abordar en la empresa durante la desescalada:
- Espacio de trabajo: ofrecer un entorno laboral agradable y seguro es vital para fomentar el bienestar corporativo. Antes era algo sencillo, pero realmente complejo durante la desescalada y en la “nueva normalidad”. En la oficina el empleado tendrá que contar con un espacio que cumpla con las medidas sanitarias preventivas: distancia de seguridad, utilización de mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico, y asegurar una desinfección diaria. Además, en la medida de lo posible, las empresas deberán apostar por la flexibilidad para que los trabajadores puedan evitar aglomeraciones como las que se producen en el transporte público y para que puedan realizar una mejor conciliación de la vida personal y profesional mientras las escuelas sigan cerradas.
- Alimentación: una alimentación saludable es sinónimo de bienestar y es importante que las empresas ayuden a mantenerlo durante la desescalada. De hecho, se estima que cada español engordará entre 3 y 5 kilos de media durante este período, según un estudio de Deusto Salud. Por eso muchos trabajadores agradecerán talleres de formación nutricional en remoto, envío de comida saludable (como fruta) a domicilio o también tarjetas restaurante. Aunque sigan trabajando en remoto, los empleados pueden seguir utilizando su tarjeta restaurante en servicios de comida a domicilio, evitando así las comidas rápidas y poco saludables, además de ahorrar tiempo.
- Actividad física: el ‘boom’ del ejercicio en casa durante el confinamiento ha demostrado que durante la desescalada y en la “nueva normalidad” se puede seguir fomentando la actividad física, uno de los pilares del bienestar corporativo. Recomendaciones de ejercicio, asesores deportivos, clases onlines de yoga o baile y acceso a aplicaciones son algunas de las opciones que puede contemplar la empresa. Además, en aquellas regiones que se encuentren en la fase dos, los ciudadanos podrán acudir a centros deportivos que cumplan con las recomendaciones del gobierno.
- Psicología: según un estudio realizado por la UNED en mayo, un 33% de los españoles ha sufrido de ansiedad generalizada y un 20% ha padecido depresión durante el confinamiento. Sin duda, el fin último del bienestar corporativo en una empresa debe ser que los empleados se encuentren bien mentalmente, por lo que este es seguramente el aspecto que más deben cuidar las empresas en la búsqueda de la “nueva normalidad”. Por eso, es imprescindible que las compañías presten especial atención a este aspecto y el departamento de recursos humanos haga un seguimiento permanente del estado de ánimo de los empleados. También es recomendable que pongan a su disposición servicios de tratamiento psicológico, o cursos de motivación, coaching y mindfulness, que ayudan a afrontar el trabajo con energía y concentración.