“Si hay talento y ganas, ¿quién mejor que alguien de la familia para trabajar en la empresa?”

La cuarta generación nos abre las puertas de Calzados Dorado, una zapatería que lleva desde mediados del siglo XX vistiendo los pies de las madrileñas

Publicado el 15 Jun 2017

30607_53

Dicen que apenas han notado la crisis y nos van a contar su secreto. Calzados Dorado lleva más de medio siglo vistiendo los pies de las mujeres madrileñas, que acudían desde muchos puntos de la capital a esta conocida zapatería del barrio Salamanca. Hoy afronta su transformación digital al tiempo que la cuarta generación se pone al mando de tan insigne y popular establecimiento.

Corría el año 1927 cuando Don Maximiliano Dorado adquiere un local en la calle Narváez para vender artículos de loza y alpargatería, lo que en aquella época se conocía como una “cacharrería”. No fue hasta 1945, cuando le sucede su hijo Luis, cuando esta empresa familiar transforma su actividad para dedicarse exclusivamente al comercio de calzado junto con su mujer Carmen. Había nacido Calzados Dorado.

Con el paso de los años fue consolidándose como un comercio de referencia, llegando a abrir otro establecimiento en la vecina calle Conde de Peñalver. Son las puertas de esta tienda las que nos abre Andrés Dorado, el nuevo capitán de este buque insignia que, según nos confiesa, apenas ha notado estos años de crisis. Un público fiel se agolpa en su escaparate a diario, a cualquier hora, con 2 y 40 grados. Su secreto, un buen producto y asesoramiento.

Si hay algo que no contempla Calzados Dorado es vender un zapato incómodo. Ni calzado que sale, ni que roza, ni totalmente plano, ni con tacones de infarto.Venden comodidad, y para ello, explican, hay que entender que los pies no siempre son perfectos. Los hay con empeine pronunciado, con juanetes, con “dedos en garra”… Es un modelo de negocio que les ha funcionado a la perfección durante los últimos 60 años y que hoy dirige, bajo la atenta mirada de su madre y de su tía, un periodista reinventado. Uno de sus primeros objetivos fue la transformación digital del negocio. TIC PYMES ha estado con él:

Se dice que un negocio familiar es el modelo perfecto para una empresa. ¿Ha ocurrido también en Calzados Dorado?

En este caso sí. En mi familia se lleva vendiendo zapatos desde mediados del siglo XX, y siempre ha sido un negocio que ha funcionado en los más diversos escenarios que ha vivido la capital de España. La clave en general es adaptarse a los tiempos que corren en cada momento y en particular, en nuestro caso, dar una atención personalizada. Cuando a la gente la tratas bien, vuelve, sobre todo si le duelen los pies y consigues que no le duelan o le duelan un poco menos. Yo es lo que he visto hacer a mi madre y a mi familia y así se sigue haciendo.

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de trabajar con su madre?

Lo mejor es sentirte como en casa desde el primero momento y sobre todo el poder decirle a tu jefe lo que piensas sin miedo a que te eche (risas). Poder ir aprendiendo sin presiones. Lo peor, intentar cambiar algunas cosas con las que no estás de acuerdo y no poder. Al principio el ver, oír y callar es lo más sensato -aquí y en cualquier trabajo, pienso yo-, pero una vez que te empapas del negocio puedes tener una visión diferente, pero cambiar lo que lleva tantos años establecido es complicado.

El traspaso de responsabilidades en una empresa familiar es importante, pero no siempre es posible. En vuestro caso, ¿cuál fue el proceso a seguir?

En este caso no hay que hablar en pasado sino en presente. Mi madre está jubilada pero sigue siendo la dueña del negocio junto con mi tía. Cada vez asumo más responsabilidades en la empresa pero siempre bajo supervisión y muy progresivamente. No es algo sencillo.

Lleva unos meses al frente del barco… ¿piensa en seguir la misma estela que ha mantenido la zapatería desde su origen o prevé algún viraje?

La estela es lo que comentaba antes, no perder la esencia del negocio que tan bien ha funcionado y lo sigue haciendo. Lo que funciona no hay que tocarlo, pero si se puede ir introduciendo en la tienda marcas con las que no hemos trabajado en el pasado pero que tienen un producto que nos encaja. Vamos a apostar fuerte por nuestra tienda online, www.calzadosdorado.es, que lanzamos recientemente y que está empezando a funcionar bien. Quizá dentro de no mucho podríamos abrir otra tienda física en Madrid. Hay cosas en mente…

¿Qué tienen de especial las empresas familiares?

Hay muchos tipos de empresas familiares pero lo que creo que todas tienen en común es el cariño que se le tiene a la empresa por parte de los miembros de la familia que la dirigen, y eso es muy importante. Por respeto al negocio y a tu familia debes dar lo mejor de ti, si la cosa va bien la satisfacción personal es grande y eso reconforta. Jamás se te pasa por la cabeza hacer algo que vaya en contra de la empresa o que la pueda perjudicar de alguna forma.

¿Se habla de zapatos en la mesa de los Dorado? ¿Habéis logrado separa lo profesional de lo personal?

Sí, por supuesto que se separa. Prácticamente nunca se habla de zapatos en la mesa, aunque sí de anécdotas curiosas, de esas hay unas cuantas…

Muchas veces, la empresa familiar se convierte en un espacio que da trabajo a la familia. ¿Cuál es su opinión?

No todo el mundo tiene la capacidad de llevar un negocio e incluso de trabajar en el, por muy “hijo de” quien seas. Cuántos casos ha habido de que el “hijo de” ha llevado la empresa familiar a pique. El cariño hacia un hijo o un pariente puede cegarte en estos casos y dejar la empresa en manos de alguien que no valga. Pero en caso de que sí exista capacidad, talento y ganas, ¿quién mejor que alguien de la familia para que trabaje en la empresa?

¿Hasta dónde quiere llegar Calzados Dorado con su nuevo capitán?

De momento seguir haciendo las cosas bien e intentar ampliar el negocio en la medida que sea posible. Si las cosas van bien, ¿por qué no ser la empresa líder en calzado cómodo de España?

Esta pregunta es para su madre, Carmen. ¿Deja usted sus zapatos en buenos pies?

Por supuesto. Andrés siempre ha podido trabajar en Calzados Dorado cuando hubiera querido, pero decidió estudiar su carrera e intentar dedicarse a ello, cosa que consiguió durante unos años. Un tiempo después decidió entrar voluntariamente y tras unos años duros de adaptación, ha conseguido entender el negocio hasta conseguir ser una pieza fundamental en el. Ya hace todo lo que yo hacía y más aún, ya que ha sido cosa suya todo el desarrollo y puesta en marcha de la tienda online. Es trabajador, tiene ganas y buenas ideas, ¿qué más se puede pedir?

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

T
Redacción TICPymes

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4