Los créditos bancarios constituyen la principal vía de financiación de las empresas en España. Sin excluimos los préstamos entre las propias compañías el dato es contundente: 97 de cada 100 euros que se obtienen como financiación ajena con coste proceden de la banca. Ésta es una de las principales conclusiones del informe del Banco Central Europeo que ha analizado la Fundación de las Cajas de Ahorro de nuestro país.
El documento advierte de la excesiva dependencia de nuestras empresas respecto de las entidades financieras e insta a la búsqueda y el fomento de vías de financiación alternativas. En este sentido, destaca la deuda en los mercados alternativos y la financiación directa a través de crowdfunding, entre otras posibles soluciones.
Sirva como ejemplo que en Reino Unido los créditos bancarios suponen el 44% de la financiación total y en Estados Unidos el 12%.
Si el dato resulta preocupante para el conjunto del panorama empresarial español, esta dependencia del crédito bancario resulta aún más acuciante para las pymes. No podemos en este sentido perder la perspectiva de que el 95,8% del tejido empresarial de nuestro país está formado por microempresas de menos de 10 empleados.
“Las pymes españolas no pueden depender de un solo proveedor”, sentencia Jorge Antón, Cofundador de la plataforma de financiación participativa MyTripleA, la única compañía de estas características registrada en el Banco de España como entidad de pago.
A través de www.mytriplea.com pymes y autónomos encuentran financiación en forma de préstamos cuyos fondos son aportados directamente por inversores privados que obtienen así una mayor rentabilidad por su dinero.
Dadas las circunstancias que imperan en el escenario empresarial de nuestro país, el crowfunding se alza como una solución idónea. “Es la vía de financiación alternativa a la banca que mejor se adapta a su tejido empresarial de pymes y micropymes. Otras vías alternativas como los mercados MAB y MARF difícilmente van a ser utilizados por una micropyme por la dificultad que entrañan, y el resto implican la entrada de nuevos socios a la empresa y son más adecuados a startups y determinados nichos de actividad”, asegura Antón.
