Según ha publicado la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en un comunicado elaborado a partir de los informes de la Agencia Tributaria, la renta neta de los autónomos (una vez deducidos los gastos profesionales, incluido el coste de la Seguridad Social) no llega, en la mayoría de los casos, a los 10.000 euros anuales. En 2011, según estos datos, el beneficio medio era de 9.685 euros y el 77% de los autónomos que se encuentran en estimación directa no llegan a una renta efectiva de 1.000 euros al mes, según esta misma información.
La variación anual en 2011 con respecto al año anterior fue del -8,6% y con respecto al 2007, la variación negativa llega al 28,3%.
En el caso de los autónomos que declaran por módulos, la media anual estimada es de 10.722 euros anuales y su disminución progresiva es menor, ya que este sistema se establece de acuerdo con datos objetivos indicados por Hacienda y, pese a la crisis económica, no se han reducido los módulos en este periodo. Tan sólo se aprobó una reducción lineal del 5% desde 2009, que está muy por debajo de la caída de rentas efectivas que se viene produciendo cada año.
UPTA quiere hacer constar que estas reducciones de renta “provienen prácticamente y en exclusiva de las dificultades económicas y de las pérdidas efectivas desde 2008, que han acabado con la actividad de más de trescientos mil trabajadores autónomos”. De hecho, una buena parte de los autónomos o empresarios individuales “no cubren con sus rentas reales ni siquiera sus necesidades familiares básicas”, explica el secretario general de la Organización, Sebastián Reyna.
Muchos autónomos han debido asumir en detrimento de sus beneficios los efectos de las subidas impositivas y en particular del IVA, al no poder repercutirlos en los precios a los consumidores finales.
Frente a otras versiones sobre las causas de la evolución de la renta que lo justifican en una amplia extensión del fraude, UPTA recalca que “el fraude no existe en el colectivo de autónomos en mayor medida que en otros sectores socioeconómicos”.
Por otra parte, el principal problema fiscal viene del incremento de la economía sumergida, “que se convierte en un factor esencial de la competencia desleal”, subraya el secretario general de UPTA. “Esta economía sumergida no se encuentra entre los autónomos que declaran por módulos o estimación directa, sino entre los que no lo hacen, convirtiéndose en un gran problema para la economía de nuestro país”, concluye.