El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI Estatal) expresa su reproche a algunos directivos de grandes empresas españolas por su “frivolidad” a la hora de abordar las cuestiones que afectan al empleo de personas con discapacidad. Para el Comité, “origina un enorme perjuicio para quienes desde la sociedad civil trabajan por mejorar el acceso al empleo de un sector social todavía excluido de este bien básico”.
Así lo manifiesta el CERMI tras la publicación de una información del pasado día 17 de julio en el diario económico Expansión, en la que representantes de distintas empresas se pronunciaron en este sentido, que, según el Comité, “ha causado un gran malestar en el sector solidario que promueve el empleo de las personas con discapacidad”.
Según el CERMI, el director de recursos humanos de FCC, Francisco Martín, se refería en la noticia a los Centros Especiales de Empleo –más de 2.000 en toda España, y que dan ocupación a 60.000 personas con discapacidad-, “con juicios apriorísticos y generalizaciones infundadas, sin contraste con la realidad, que ponen en cuestión la aportación que hacen estas empresas a la inclusión laboral de las personas con discapacidad con mayores dificultades de inserción en el empleo”.
Por su parte, el responsable de de diversidad y conciliación de Repsol , Joaquín Ponce, insinúa que la baja tasa actividad de las personas con discapacidad se debe entre otras causas a la percepción de subsidios, que lleva a estas personas a rechazar empleos.
“Esta afirmación es especialmente grave, pues traslada de modo injusto a las personas con discapacidad la responsabilidad de los efectos perniciosos de una regulación legal anquilosada que obliga a elegir férreamente entre protección social y el desempeño de un empleo, en vez de fomentar una compatibilidad equilibrada que promueva la activación”, argumenta el CERMI.
Para el Comité, estos ejemplos son una “clara” muestra de la ignorancia culpable de algunos dirigentes empresariales que se permiten opinar de aspectos de la realidad sociolaboral de las personas con discapacidad que no conocen ni que se han molestado en investigar con el mínimo rigor.
Además, continúa el CERMI, “todo ello, sin entrar en contacto y recabar el parecer de la sociedad civil que viene trabajando desde hace décadas por transformar el penoso panorama de acceso al empleo de las personas con discapacidad, poniendo en riesgo los todavía frágiles resultados alcanzados”.
En este sentido, el CERMI hace un llamamiento a la “auténtica responsabilidad social de las empresas para que, cuando se trate de discapacidad, actúen a partir de una correcta percepción e interpretación de la situación real, y no emitan ni proyecten lugares comunes e ideas recibidas que sólo contribuyen a arruinar el objetivo de que las personas con discapacidad accedan con normalidad al bien básico del empleo, sin exclusiones ni discriminaciones”.
