La paridad de género no ha llegado todavía al ecosistema emprendedor español. La iniciativa de emprender no cala de la misma manera entre los hombres que entre las mujeres, y a día de hoy solo un tercio de las nuevas startups que se crean en España están lideradas por mujeres. Así se pone de manifiesto desde Demium, empresa española especializada en invertir en el mejor talento y ayudarlo a escalar sus proyectos innovadores.
La compañía cuenta con cuatro hubs en Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga (además de otros cuatro en Portugal, Grecia, Ucrania y Polonia) que pueden considerarse una muestra representativa del ecosistema de emprendimiento de nuestro país. Y los equipos de las startups que actualmente se están incubando en ellos tienen de media un 34% de integrantes femeninas, siendo Barcelona la que registra un porcentaje mayor de mujeres (39%), seguido de Málaga (37%), y Madrid y Valencia, ambas con un 30%.
Si hablamos de las startups incubadas en Demium que han sido invertidas por su fondo de venture capital –que ha cerrado 2021 como el más activo del país por número de operaciones, todas ellas en fase pre-seed–, encontramos que 36 de un total de 85 tienen mujeres entre sus cofundadores, lo que representa un porcentaje femenino del 41% frente al masculino del 59%. En total, el fondo de venture capital de Demium ha invertido 3.600.000 euros en startups cofundadas por mujeres.
“A la hora de configurar los equipos de cofundadores preferimos que estos sean mixtos, pero en ocasiones resulta muy difícil porque el número de mujeres es inferior, y todavía es más limitado en cuanto a perfiles tecnológicos. Hacen falta muchas más mujeres que quieran emprender”, afirma Nina Alastruey, Investment Principal de Demium.
Brecha STEM: menos mujeres en perfiles tecnológicos
Efectivamente, si para Demium el equipo estándar de cofundadores de una startup está formado por un CEO (director general), un CTO (director de Tecnología) y un CMO (director de Marketing), en su incubadora es más frecuente ver a las mujeres en posiciones ligadas a desarrollo de negocio y al marketing que a la tecnología, lo que manifiesta que la brecha STEM sigue existiendo.
Del mismo modo, en cuanto al tipo de proyectos que ponen en marcha, también aquellos de perfil más tecnológico, como los relacionados con el metaverso, el blockchain o la web 3.0, atraen menos a las emprendedoras, que se decantan más por iniciativas relacionadas con salud, e-commerces y marketplaces.
“Necesitamos más referentes femeninos en todas las áreas. Lo único que nos separa es un tema cultural y de falta de referentes, no de capacidades. Sin embargo, es cierto que cada vez más va desapareciendo el estigma de ‘lo masculino’ y ‘lo femenino’ y en Demium hemos tenido el privilegio de ver nacer proyectos liderados por mujeres tan diversos como Kaltu, Agrow Analytics o Zim Connections”, sostiene Alastruey.
En lo que respecta a la forma de emprender y de dirigir los equipos, la Investment Principal de Demium destaca la capacidad de gestión, de trabajo en equipo y de resolución de problemas de las mujeres: “Estamos acostumbradas a gestionar varios proyectos simultáneamente, en lo personal y en lo profesional. Somos más comunicativas y sensibles al mercado, nos preocupamos más por el equipo, y aunque dicen que la inversión es menor en compañías dirigidas por mujeres, somos más escrupulosas en las cuentas y evaluando los riesgos y conseguimos mejores rentabilidades”, afirma.