Ser líder no es fácil. Lo primero es entender que a diferencia de lo que muchas personas creen los grandes líderes no nacen, se hacen y se forman a lo largo del tiempo y con experiencia. Un líder se autodescubre.
La atracción y retención de talento es importante, pero son los líderes quienes contribuyen a formar grandes equipos en una empresa. El crecimiento de las compañías se sostiene en el desarrollo de estrategias de calidad desde la motivación organizacional hasta operaciones, pero ¿quién implementa esas estrategias? ¿Quién guía a los equipos? Un buen líder es la persona que está detrás de quienes lo hacen posible desde un lugar emocional e impulsor.
“Erróneamente se vincula la palabra líder al de mayor jerarquía en el organigrama, mientras que un líder no siempre es el que lleva el título, sino cualquier persona de la empresa involucrada en un proyecto y que guía a sus compañeros hacia el éxito del mismo” afirma Susana Gállego de Vitae Solutions.
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Características de un buen líder
Un líder indaga en los demás para sacar lo mejor de ellos, es capaz de motivar a sus compañeros para lograr los objetivos de cada proyecto y sabe afrontar las distintas situaciones de crisis que se presentan. “Un buen líder es esa persona que sigues como ejemplo y orienta cuando alguien de su equipo está perdido, está enfocado al crecimiento ” sostiene Susana Gállego.
Si bien es cierto que no hay unas características obligatorias para ser un buen líder, hay algunas imprescindibles:
- Autoconocimiento. Difícil guiar a los demás si no tienes claro tu camino. Y eso requiere grandes dosis de compasión y comprensión de uno mismo así como una gran estabilidad emocional personal.
- Inspira confianza. Por ello la gente lo sigue y lo toma como ejemplo. Las personas le muestran su apoyo y eso le convierte en su líder.
- Habla con claridad. Se comunica desde su vulnerabilidad, conecta con su emoción y llega a la emoción de los demás.
- Es proactivo. Sigue enfocado en su motivación y lleva a cabo acciones para saltar los obstáculos. Propone acciones y su equipo dispone.
- Sabe escuchar y tiene en cuenta el resto de opiniones. Es inclusivo, es abierto al sentir de los demás, sin juicios ni críticas.
- Tiene visión. Es global, abarca toda la organización, a todas las personas y está centrada en el desarrollo personal. Por ello, los resultados económicos son inevitables y la consecuencia de la potencia del equipo.
Consejos para convertirte en un buen líder
- Disciplina y trabajo duro: No hay una varita mágica para lograr ser el líder con el que sueñas encontrarte, trabajo duro, disciplina, visión de negocio, formación continua y espíritu emprendedor, son claves en el camino para convertirse en un líder. “Un líder está siempre al tanto de lo que ocurre en su equipo y reconoce en las novedades de su sector, oportunidades de aplicación a sus equipos que son quienes al final las desarrollan “ comenta Susana Gallego.
- Ética y valores: Confianza e integridad, son palabras en mayúsculas para un líder. Debe predicar con el ejemplo y ser consistente, coherente y constante con lo que siente, piensa, dice y hace.
- Reconocer los logros de los demás: Los éxitos no son individuales, sino del grupo, cada persona aporta con su expertise y conocimiento al equipo y es importante que se sientan reconocidos. El reconocimiento es siempre una herramienta motivacional para las personas, lo que impacta directamente en la productividad.
- Solo no puedes lograrlo: Muchas veces liderar equipos ya construidos es complejo. Saber reconducir a las personas, ayudarles en la consecución de sus tareas, rellenar sus puntos débiles para que consigan sus objetivos hace a los equipos compactos y sin fisuras. Es fundamental conocer el talento de cada persona en el grupo de trabajo y saber que tú no eres nadie sin ellos. Esto último, es lo más difícil de asumir.
- Ejerce el servicio al otro: Es uno de los consejos que siempre da Barack Obama , según el expresidente de Estados Unidos, esto puede lograr que te rodees de gente talentosa y te sientas bien contigo mismo. “Es importante entender que lo que importa no eres tú, sino la gente a la que sirves. Si solo piensas en ti, no funciona; no es la clase de liderazgo que perdura”, dice Obama. Y si el liderazgo no es sostenible no tiene futuro, no crea valor, no es útil.
- No seas solo jefe, inspira a tu equipo: Un líder se pregunta qué puede hacer él mismo. Su éxito se alcanza cuando los demás le buscan para pedirle soporte. Las personas son el centro de de sus decisiones y da ejemplo con cada acción y con cada decisión, no da órdenes, sino que acompaña. Empatizar con su equipo ayudará en la consecución de los objetivos.
- Elige ser un líder no un jefe: La actitud es imprescindible a la hora de marcar la diferencia, desafíate y cuestiónate todo, decide ser más que un jefe decide ser un líder. Un líder sabe que todo es posible con esfuerzo y visión. El éxito es de quien rompió moldes, por eso los grandes líderes arriesgan, se atreven a ser diferentes y son capaces de trascender con su ideal a largo plazo. Como dice Simon Sinek, “juega al juego infinito”.