El Círculo Ecuestre ha celebrado hoy un nuevo evento dentro de su ciclo de conferencias del Foro Barcelona Capital, en este caso con protagonismo para las start-ups y la revolución que suponen para el panorama empresarial y económico de Barcelona.
El acto ha contado con la participación de los emprendedores Sacha Michaud, co-fundador de Glovo, Ana Maiques, CEO de Neuroelectrics, y Miquel Martí, CEO de Barcelona Tech City, que han mantenido un diálogo moderado por Aleix Valls, CEO y fundador de Liquid Lab Ventures y ex CEO de Mobile World Capital.
Tras la bienvenida a cargo de Antonio Delgado, presidente del Círculo Ecuestre, y la presentación de Enrique Lacalle, vicepresidente del Círculo Ecuestre, los ponentes han iniciado el debate en torno a la situación actual del ecosistema de start-ups en Barcelona, que ha surgido como resultado de muchos años de trabajo de colaboración público-privada y que se ha visto afectado por el duro impacto del Covid-19.
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Barcelona emprendedora
Durante su intervención, Miquel Martí ha señalado que, aunque la capital catalana se encuentra en una etapa llana en la que predominan las operaciones locales, España se está enfocando en una visión más emprendedora y tecnológica. Aun así, el CEO de Barcelona Tech City ha apuntado que “nos encontramos a medio camino” de conseguir ese objetivo y que, para lograrlo, es necesario trabajar la unión, a lo que Ana Maiques ha añadido que también es necesario madurar en este proceso.
En este sentido, la CEO de Neuroelectrics ha afirmado que, aunque “el talento de Barcelona no tiene nada que envidiar al americano”, en Boston, por ejemplo, son mucho más ambiciosos y, por lo tanto, entienden y saben cómo se deben escalar las start-ups para convertirlas en grandes compañías en un tiempo relativamente corto. “Nos falta aprender a escalar compañías como lo hacen los americanos. Necesitamos hacernos más grandes y competir a nivel mundial: talento local, pero ambición global”, ha apuntado Maiques.
Por su parte, el co-fundador de Glovo añadía que “lo que necesitan las start-ups en este momento es una mayor facilidad a la inversión, un mayor apoyo por parte de las administraciones públicas y mayores incentivos fiscales”.
Deslocalización y talento
Michaud se ha referido también a la nueva oportunidad de negocio que ha aflorado como consecuencia de la llegada de la pandemia. “Es una grandísima oportunidad para posicionar Barcelona”, ya que tanto los trabajadores como las empresas se sienten atraídos por los atributos de la capital catalana.
Por su parte, Maiques ha afirmado que “volveremos a una situación de menos teletrabajo pero va a cambiar la manera en que hacemos medicina, en que compramos y el modo en que gestionamos nuestras vidas. El concepto digital ha llegado para quedarse y el teletrabajo también”.
Sobre el mismo tema, Martí añadía que la pandemia y la tecnología han supuesto un cambio en la manera de interactuar y también una oportunidad para que Barcelona se convierta en líder digital en el sur de Europa y vuelva a ganar credibilidad, no solo como ciudad sino también entre los big players.
Michaud ha aprovechado para remarcar que en Cataluña hay muchos empresarios brillantes que han logrado crear grandes empresas y que se han convertido en referentes. No obstante, considera que estos mismos empresarios de éxito deben trasladar su conocimiento a las futuras generaciones y permitir que los nuevos talentos se transformen también en los nuevos referentes.
Impulso europeo
En cuanto al papel de Europa dentro del ecosistema de start-ups, Miquel Martí ha señalado la necesidad de avanzar hacia una “visión compartida y responsable para poder convertirnos en un país emprendedor”. En este sentido, el CEO del Barcelona Tech City ha reclamado a los países que focalicen sus esfuerzos en identificar los polos más atractivos para ganar en competitividad.