8 frases que un buen jefe nunca diría

¿Cuántas veces has dicho o oído algunas de estas frases?

Publicado el 05 Oct 2017

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Si algunas veces has tenido un jefe malo probablemente habrás oído muchas de estas frases. Y si eres un jefe, evalúa tus capacidades sociales y aprende a mejorar tu gestión.

“Tienes suerte de tener un trabajo”

Es cierto que dependiendo de la economía esto podría ser cierto, pero no deja de ser una amenaza vacía. De la misma manera que el empleado es afortunado por tener un trabajo, el jefe lo es por tener a un empleado cualificado ocupando esa posición. Si como jefe no te gusta como trabaja algún empleado o te parece que las cosas no están funcionando termina el contrato, pero estas amenazas no son útiles para nadie, mucho menos para el clima de la empresa.

“Es trabajo; no tiene que ser divertido”

Esto es un error muy propagado, la concepción de que el trabajo duro ha de ser pesado es una completa equivocación. La gente puede disfrutar en el trabajo, lo cual le aporta más pasión. Como jefe en lugar de lanzar esa queja deberías ver por qué tus empleados no se sienten agusto, o animosos con respecto a su trabajo. Recuerda que la pasión siempre aumenta la productividad.

“No te pago para pensar”

Nunca debes detener a la gente que piensa e innova. Incluso las personas que se encuentran en los puestos más humildes de su empresa pueden tener ideas brillantes para ayudar a mejorar el proceso, ya que ellos son los que mejor conocen el engranaje de la misma. Es importante escuchar y respetar a todo empleado de la empresa, desde el portero hasta el CEO.

“Yo no hago las reglas”

De nuevo, aunque esto pueda ser verdad en cierta parte, nunca debes subestimar tu autoridad, ya que esto te hará parecer un cachorro de poderes mayores. Hay muchas formas de resolver problemas con respecto a la política de la empresa. Por ejemplo, puedes decirle al empleado que acuda a presentar esa queja a la persona adecuada para hacer dicho cambio, o ser tu mismo el que la traslade a los altos cargos.

“Siempre hemos hecho así las cosas”

Esto es el sinónimo de “no me gustan los cambios”. Y eh, entendemos que los cambios dan miedo, pero solo porque algo se haya hecho de la misma manera durante años no significa que no haya una manera mejor de hacer las cosas. Examina tus dudas a la vez que estudias la validez de la propuesta.

“Lo tendré en cuenta”

Traducción: “Realmente no me interesa lo que pienses y voy a seguir hacienda lo que tenía en mente antes de que me expresaras tu opinión”. En lugar de dar falsas esperanzas a la gente o hacerles creer que les escuchas, ¿por qué no pruebas a escuchar lo que tienen que decir de verdad? Algo que podrías decir sería, “muchas gracias por tu aportación, me has dado algo sobre lo que pensar.

“Soluciónalo por ti mismo”

Esta forma de llevar una empresa demuestra vagueza y falta de empatía. Si de verdad es algo que tu empleado debe resolver por el mismo, enséñale de que fuentes o herramientas puede servirse para solucionarlo, o proporciónale ayuda hasta que esté listo para hacerlo por el mismo.

“Eso es un problema personal”

Los problemas personales se convierten en problemas profesionales en el momento en el que afectan al rendimiento de tu empleado. Si alguien está llegando tarde constantemente, o pierde trabajo a causa de problemas personales, en lugar de ignorarlo trata de proporcionarle diferentes soluciones que puedan adaptarse a su situación.

Las palabras tienen mucho poder, y lo que decimos y como lo hacemos es importante. Un jefe no es bueno por las cosas que hace, sino por la forma en la que enfrenta diferentes problemas dentro de la oficina y el clima que crea en la misma.

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Redacción TICPymes

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