La International Entrepreneur Rule es una especie de visado que se asignará a propietarios de startups cuya permanencia en Estados Unidos pueda proveer un beneficio público significativo y creación de empleo. No es un permiso común de trabajo o residencia, sino una propuesta de dos congresistas del Partido Demócrata. Si todo va como lo previsto, la medida podría aprobarse de aquí a un mes.
Sin embargo, de momento parece que sólo se expedirán 3.000 y los trámites no serán fáciles de sobrellevar. El documento no tiene carácter permanente, es decir su duración será de dos años, ampliable a otros tres, si las autoridades lo consideran oportuno. A esto hay que sumar que los emprendedores deben ser propietarios de, al menos, el 15% de la startup, tener un papel central en la toma de decisiones y ser activo en las operaciones. Y algo importante: deben haber creado la compañía en Estados Unidos en los últimos tres años.
Los emprendedores tendrán la obligación de crear entre cinco y diez puestos de trabajo para ciudadanos norteamericanos, demostrar un potencial de crecimiento y haber recibido, al menos, 345.000 dólares de inversión en una o varias rondas. Es cierto que los requisitos y el número de plazas echará para atrás a muchos emprendedores, pero quizás con esta iniciativa se abra la puerta a otras medidas más permisivas.