En la época de la tan nombrada transformación digital, los empleados se han convertido en pieza clave para generar soluciones innovadoras que potencien la capacidad competitiva de las empresas y su sostenibilidad a largo plazo. De hecho, una de las grandes preocupaciones actuales de las organizaciones es el talento, su gestión y retención. Según Boston Consulting Group, el 78% de las ideas innovadoras de las compañías provienen de sus plantillas, por lo que diseñar políticas para convertir a los empleados en innovadores puede ser el acelerador necesario para instalarse en el carril de la innovación.
La dirección debe marcar el camino y liderar el cambio, pero la transformación digital no puede ser una iniciativa de una élite; es una revolución que debe involucrar a toda la organización y cuyo éxito queda condicionado por la democratización del proceso. Para sobrevivir a este cambio de era, las organizaciones necesitan personas que crean y apuesten por lo que hacen, desde una perspectiva creativa e innovadora.
La compañía Prodware, experta en consultoría e implantación de soluciones tecnológicas de transformación digital para empresas, ha reunido las cuatro claves para convertir a los empleados en innovadores y ayudar a las empresas en la consecución de este objetivo:
1. Colaboración: La nueva forma de trabajar en equipo requiere nuevas herramientas de colaboración. Desarrollar un entorno donde los empleados puedan, no solo organizar su documentación de forma intuitiva, sino gestionar proyectos de forma colaborativa y proponer nuevas ideas o plantear mejoras resulta fundamental para todas las compañías. En especial para aquellas de gran tamaño o que están repartidas en diferentes localizaciones. Además, las redes sociales corporativas constituyen un excelente espacio virtual donde exponer ideas, puntos de vista y propuestas que redundan en importantes beneficios en términos de motivación, productividad e innovación. Actúan como palancas de cambio, innovación y trabajo en red. El estudio “Engaging for Success: enhancing performance through employee engagement” asegura que altos niveles de engagement de los empleados llevan a mayores niveles de innovación en las empresas.
2. Creatividad: En tiempos tan vertiginosos y competitivos, es necesario que las empresas recurran a prácticas que garanticen la creatividad, un pilar fundamental para poder desarrollar ideas empresariales que den respuesta a problemas y necesidades desde una óptica renovadora. La creatividad es la cualificación profesional más demanda del siglo XXI y será el salvavidas de la mayoría de las empresas que hoy conocemos. Sin embargo, muchos empleados emplean gran parte de su tiempo y esfuerzo en tareas que no aportan ningún valor a las organizaciones. La automatización y gestión de tareas, así como la integración de las herramientas tecnológicas y la movilidad, permiten aumentar las competencias de los empleados y les proporcionan un mayor espacio para el pensamiento creativo.
3. Competencia tecnológica: Estar siempre a la vanguardia de la tecnología y aprender de las herramientas que facilitan la comunicación y garantizan la eficiencia de todos los procesos dentro de las compañías resulta fundamental para convertirse en una pieza de valor en el engranaje. Una forma autónoma de llevar a cabo el aprendizaje es a través de los recursos digitales y las comunidades de aprendizaje. Pero las empresas deben invertir también en soluciones tecnológicas intuitivas, que garanticen la facilidad para actualizar continuamente las habilidades necesarias para la innovación, algo muy necesario para los trabajos actuales y futuros según la publicación “The 2020 Workplace”.
4. Implicación en la toma de decisiones: El Business Intelligence restringido a usuarios de negocio y analistas ha quedado obsoleto. Todos los empleados, cada uno en su categoría y función, deben ser capaces de tomar decisiones que cambien estrategias y encuentren soluciones para cumplir con los objetivos de la compañía. Para ello, la información debe estar presente de forma coherente, actualizada y bien estructurada, incluso si proviene de fuentes que no lo son (Big Data). Cuando además la información se presenta en informes visuales, interactivos y actualizados en tiempo real, el empleado tiene la posibilidad de realizar un análisis predictivo con ellos y aprender sobre los clientes, productos y el mercado, lo que supone una gran ventaja competitiva.
La innovación en las empresas no se limita a disponer de un departamento de I+d+i, sino de crear las bases para una cultura corporativa que sea reactiva a los cambios y posibilite la reinvención a través de sus empleados. Las empresas que pongan a su plantilla en el centro de la organización, para involucrarla y empoderarla en la transformación, aprovecharán todo su potencial y se beneficiarán de la inteligencia colectiva.