Cada vez más, las empresas están descubriendo los resultados positivos que se consiguen con la implantación de la gamificación, es decir, la implantación de mecánicas y dinámicas de juego en un entorno no lúdico con el fin de conseguir cambios de conducta en las personas que perduren en el tiempo. Hoy en día todos entienden la importancia de diseñar una web atractiva y con buen contenido, pero ante un entorno tan competitivo como el actual se hacen necesarias nuevas alternativas que fidelicen a los clientes y motiven a los trabajadores.
“Esta práctica no es nueva, todos las hemos aplicado alguna vez para que las actividades de la vida real resulten más atractivas. Sin embargo, ahora ha pasado a ser una importante tendencia en las empresas que buscan la consecución de sus objetivos de negocio de una forma diferente”, explica Alba Martínez, responsable de RRHH Catalunya en el Grupo VASS.
Pero, ¿qué hace que el usuario quiera participar en el juego? La motivación extrínseca en forma de PBL (Points-puntos, Badges-medallas y Leaderboards-rankings) y la intrínseca, sobre todo esta última que es la que hará que perdure en el tiempo y que realmente consigamos cristalizar estos cambios de conducta que buscamos en las personas, ya sea una mayor productividad, más actividad, más visitas, menos errores…
Alba Martínez explica las tres principales formas de aplicar esta nueva práctica empresarial en el mundo real:
1. Gamificación para los clientes: ¿Quién no quiere conseguir que los usuarios vuelvan a visitar su web y sus tiendas o negocios? La gamificación ayuda en este objetivo y hay muchas formas de hacerlo: desde premiar a los clientes por contestar un cuestionario sobre tu negocio mientras esperan, ofrecer incentivos para que participen en tus redes sociales o la realización de todo un proyecto de gamificación de sus plataformas, campañas, tiendas… con el fin de sumergir al cliente, o posible cliente, en un mundo que gira en torno al producto para fidelizarlo”. Alba Martínez, asegura que “además de mejorar tu imagen, ganar nuevos clientes y aumentar tu presencia, la empresa se hará con una serie de datos que servirán para personalizar cada vez más la relación con el consumidor. La personalización del mensaje es un requisito imprescindible en la relación con el cliente, ellos quieren sentirse escuchados y recibir solo aquella información que les interesa”.
2. Gamificación interna: Aunque conseguir y fidelizar clientes es importante, una empresa no se puede olvidar de motivar a su propio equipo. La aplicación de la gamificación en cualquier departamento de la compañía o en campañas concretas, puede tener grandes beneficios, mejorando la productividad y aumentando la implicación del personal en el negocio.
3. Cambios de comportamiento: La gamificación también es una técnica muy útil para provocar cambios de conducta en las personas a favor de una causa social o un objetivo empresarial. Salud, sostenibilidad, medio ambiente o educación son algunos ámbitos en los que se puede aplicar la gamificación con el objetivo de obtener una respuesta social.
La gamificación se puede aplicar de formas muy diferentes y con objetivos diversos: conocer nuevos clientes, crear imagen de marca, lograr que los empleados estén más motivados y tengan un sentimiento de pertenencia a la empresa. A todos nos gusta jugar, resolver problemas, recibir nuestra recompensa y formar parte de algo más grande donde tus acciones siempre tienen una consecuencia en forma de recompensa, conocimiento, promoción, etc….