En los últimos meses estamos asistiendo a la irrupción de una nueva tecnología muy utilizada y citada en el entorno TI. Se trata del Cloud computing, o la computación en la nube como muchos la llaman.
Muchos proveedores nos ofrecen soluciones de Cloud computing que vienen a sustituir a los servidores dedicados que actualmente tenemos instalados, pero, ante la irrupción de este nuevo concepto desconocido por muchos surgen muchas preguntas:
</strong>El Cloud Computing no es tan complejo como pueda parecer a simple vista, aunque tampoco es conveniente para todas las empresas ni para todas las aplicaciones TI. Pero sí es una solución que puede reportar grandes beneficios y ahorros a cualquier organización, independientemente del tamaño de su negocio. La diferencia notable respecto a los servicios de hosting tradicionales es la cantidad de <strong>nuevas prestaciones que ofrece un entorno Cloud respecto a crecimiento, alta disponibilidad, uso de los recursos</strong> según las necesidades de cada momento y el pago por dicho uso. No sólo eso, el aspecto energético es fundamental, el Cloud acaba con servidores físicos sobredimensionados que no rinden ni siquiera a un porcentaje medio de sus posibilidades.
Antes de plantearse cualquier proceso de migración, es importante que identifiquemos qué aplicaciones deben alojarse en cada una de las plataformas, dividiéndolas previamente en dos categorías:<strong> aplicaciones públicas y aplicaciones corporativas.
</strong>Las aplicaciones públicas son los servicios Cloud que proveen a las empresas de la infraestructura necesaria para alojar servicios de uso preferente para los clientes, como son las plataformas de correo o alojamiento web.<br />
Las aplicaciones corporativas son servicios Cloud que resultan ser la opción más adecuada al incluir soluciones de alta disponibilidad y tolerancia a fallos en el mercado de la conectividad, gracias al ahorro de costes y el gran nivel de madurez, como son las aplicaciones de CRM, ERP o Sharepoint.
Una vez hemos definido qué tipo de migración vamos a realizar en cada una de las aplicaciones, debemos seguir 4 sencillos pasos para asegurar el éxito del proceso de migración.
<strong>1.Descubrir: </strong>Debemos descubrir e identificar que aplicaciones funcionarán mejor en un entorno Cloud y cuáles son convenientes para un Cloud público y cuales para un Cloud privado.
<strong>2. Analizar:</strong> Analizaremos qué capacidad de proceso vamos a necesitar y cuáles son los posibles problemas que nos podemos encontrar (por ejemplo aplicaciones que no funcionen correctamente en remoto).
<strong>3. Migrar:</strong> Elaboraremos una correcta estrategia de migración, desarrollando test y pruebas que nos aseguren el correcto funcionamiento
<strong>4. Consolidar:</strong> Una vez realizada la migración, analizaremos los resultados de dicha migración de manera que podamos consolidarla a través de un proceso de mejora continua.
Pero, <strong>¿Qué ventajas puede obtener mi empresa al pasarme al entorno Cloud? </strong>Esta es la gran pregunta a la que se enfrenta cualquier organización a la hora de hacer una migración hacia el Cloud Computing. Las tres principales ventajas que cualquier organización obtiene gracias a la tecnología Cloud, son:
<strong>Reducción de costes<br />
</strong>En la mayoría de casos no existe inversión de capital fijo y hay una disminución a su vez de los costes operacionales ya que el mantenimiento de la plataforma es responsabilidad del proveedor del servicio y no del cliente, ajustando a la vez los gastos gracias al “pago por uso”.
<strong>Flexibilidad<br />
</strong>Esta tecnología permite a las empresas escalar sus recursos de computación, ajustándolos así a la demanda y reduciendo a la vez las tareas de mantenimiento y administración de la infraestructura de TI, lo que significa que el personal técnico del cliente dispone de tiempo para aportar valor y desarrollar una estrategia de TI que respalde a su negocio.
<strong>Fiabilidad<br />
</strong>Gracias a su propio diseño, los servicios Cloud están implementados sobre potentes plataformas de computación en alta disponibilidad y gestionados por técnicos expertos y certificados en las tecnologías más destacadas del mercado (VMware, Microsoft, Cisco, entre otros). Gracias a sus conocimientos pueden garantizar mantener la plataforma disponible 24x7x365, lo que asegura que en el caso de fallo de un servidor físico, el servidor virtual no se vea afectado gracias a las prestaciones de alta disponibilidad de la plataforma. Es decir, las empresas no deben doblar su inversión en servidores para limitar puntos únicos de fallo.
Por ello, el factor determinante en el éxito de un proyecto Cloud es contar con el proveedor de servicios adecuado que identifique mejor sus necesidades. <strong>La clave de una migración a un entorno Cloud radica en el trabajo conjunto del cliente y el proveedor</strong>. Es imprescindible que el proveedor conozca la parte técnica del negocio y adecúe los beneficios de sus servicios Cloud a la misma. En el caso de proyectos de menor embergadura, es importante que los recursos se puedan modificar de forma casi inmediata según las necesidades del cliente.
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Por tanto, debemos asegurarnos elegir un proveedor con buenas referencias y casos de éxito que corroboren la experiencia y garanticen gestiones de proyectos migrados a Cloud y con experiencia en redes. Todo ello, para garantizar que los elementos de conectividad en el servicio Cloud sean los adecuados para optimizar la red. Finalmente, hemos de prestar especial atención al <strong>Acuerdo de Nivel de Servicios</strong> (SLA), garantizando la continuidad sobre los objetivos del negocio, no sólo sobre los requisitos técnicos.