El equivalente financiero a un huracán se ha propagado por todo el país provocando un colapso económico que está afectando por igual a grandes, medianas y pequeñas empresas. De hecho, los datos de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa correspondientes a junio, muestran una disminución tanto de la producción como de las ventas de las pymes. De igual forma, las expectativas apuntan a la continuidad de este proceso en los próximos meses. La debilidad de la demandacomo factor determinante de la actividad de estas empresas queda reflejada por la disminución de la cartera de pedidos, así como por la acumulación de existencias.
Respondiendo a la crisis económica
No cabe duda de que se están viviendo momentos difíciles, particularmente para las pequeñas empresas. Sin embargo, las pymes ágiles e ingeniosas se están adaptando rápidamente a la nueva realidad económica, tomando medidas proactivas para superar la tormenta económica:
1. Ajustar gastos
El flujo de caja es lo más importante, y más aún durante una crisis económica. Los negocios deberían comenzar con la evaluación de todos los gastos operativos y discrecionales. La clave está en reducir gastos sin que ello afecte a las operaciones. Las organizaciones también deben revisar sus políticas de facturación y cobro. Por ejemplo, en lugar de facturar todos los clientes al final de mes, las compañías podrían considerar facturar cada trabajo a medida que éste haya finalizado. Asimismo, cuando sea pertinente, las organizaciones también pueden invertir en fuentes de energía alternativas tales como la energía solar, consiguiendo tanto ahorros de costes operacionales significativos como descensos sustanciales de impuestos.
2. Clientes. Clientes. Clientes
Mantener la estabilidad en los ingresos generados por la base de clientes es crucial para la supervivencia y el crecimiento. Los negocios necesitan el doble de esfuerzos para permanecer en contacto con los actuales, antiguos y nuevos clientes a través de newsletters, correo electrónico, teléfono y visitas personales. Es de vital importancia tomarse el tiempo necesario para escuchar a los clientes y preguntarse “¿Cómo pueden satisfacer mis productos y/o servicios las necesidades de los clientes en el mercado actual?” y ajustar la oferta de forma adecuada en función de la respuesta. Asimismo, los programas de referencias de clientes en los que se ofrecen incentivos pueden ser una buena forma para conseguir la lealtad de los actuales clientes y de otros nuevos.
3. Ser más eficaz con software empresarial
Las situaciones de incertidumbre económica requieren una mayor disciplina operacional. Con el apoyo de aplicaciones de gestión, las empresas pueden mejorar sustancialmente su eficacia a la vez que ahorran costes operativos al reducir el tiempo necesario para la introducción de datos, eliminar errores y duplicaciones, y ayudar a la empresa a saber cuándo realizar el pedido, qué pedir y cuánto. Por otra parte, las compañías también pueden utilizar herramientas analíticas para disponer de información actualizada en el momento preciso y poder responder más rápidamente a las necesidades y oportunidades emergentes.
Las pequeñas empresas también pueden diversificarse y concentrarse en los mercados menos afectados. A pesar de que la demanda de un producto pueda bajar, las compañías pueden crear nuevas ofertas para equilibrar ese descenso. Por ejemplo, las empresas de calefacción, ventilación y aire acondicionado han comenzado a centrarse más en planes de servicio semestrales para complementar la reducción de peticiones de nuevas instalaciones. Asimismo, incluso la caída del dólar presenta una ventaja competitiva para dirigirse a mercados internacionales a medida que disminuyen las posibilidades en su mercado doméstico.
Prosperar y no sólo sobrevivir en la tormenta económica </strong><br />
Mientras se aprietan los cinturones, las pymes con mayor visión también están utilizando la actual caída de la economía para mejorar sus propios negocios. Por ejemplo, están reevaluando su estructura de negocio e incorporando metodologías simplificadas para incrementar la productividad, eficacia y toda la rentabilidad; <strong>adquiriendo bienes a precios de ganga</strong>; así como invirtiendo con el fin de garantizar una primera posición cuando la economía mejore.
Gestionar proactivamente un negocio durante una crisis económica es un gran reto para muchas pymes. Al implementar iniciativas bien planificadas y adoptar métodos tales como las mencionadas anteriormente, las compañías pueden fortalecer su organización y su resultado neto. Las organizaciones centradas en la calidad de las relaciones con los clientes y en la mejora de los sistemas de negocio tienen más posibilidades de emerger con mayor cuota de mercado, permitiéndoles prosperar y no sólo sobrevivir.
<em>Por Javier Miyares, director de SME de <a href=»http://www.sap.com/spain/index.epx» target=»_blank»>SAP</a> Iberia</em>
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