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Los engranajes de un negocio
Como animales sintientes que somos, dotados de múltiples sentidos para percibir y asimilar el mundo, el pulso visual es, casi con total certeza, una de las herramientas más poderosas que poseemos. En ese sentido, nuestra reacción todo tipo de estímulos visuales nos condiciona y empuja a construir imaginarios. En algunos casos, sin ser necesario que la imagen en cuestión sea realista o ficticia, sino incluso sirviéndose de la psicología de la armonía cromática y la geometría para fidelizarnos. Precisamente, y en relación a las empresas, un recurso para blindar la imagen y filosofía corporativa.
De este modo, dentro de la paleta de la que se sirve el marketing para captar y fidelizar clientes, el branding goza de una relevancia destacable en el sector empresarial. Básicamente, consiste en las distintas acciones que emprende una empresa para gestionar la marca, especialmente en el terreno de lo sensorial. Motivo por el branding es una de las materias impartidas a los alumnos de marketing digital en los másteres que se imparten ya en múltiples universidades. Un valor de futuro que, encabezando el top de empleos en 2019 y 2020 es ya indispensable para el negocio que quiere destacar frente a la competencia.
¿Qué es exactamente el branding?
A groso modo, el branding —que, partiendo del inglés brand, o marca, podría traducirse como un conjunto de acciones que la consolidan como tal— se basa en la creación de una identidad. En este caso, de la marca. Exponiendo un ejemplo de ello, podríamos tomar en la industria alimentaria marcas cuyos anuncios, sorprendentemente, no tratan del producto en sí, si no de la experiencia que aporta dicho producto. En otro caso, en el mundo de la automoción, encontrando anuncios que no hablan sobre la capacidad del vehículo en sí, optando por centrarse en qué contribución vital o trascendental puede ofrecernos más allá de su mero uso.
Gracias a esta estrategia de marketing online, el branding se ha posicionado como una táctica transgresora por el simple hecho de que capta nuestra atención. Al fin y al cabo, al comprar un producto o contratar un servicio anhelamos el fin del medio (producto), no el medio en sí. Dicho de otro modo, adquirimos unos auriculares porque queremos escuchar música, no porque en sí queramos el dispositivo que nos lo permite. Mediante el branding, sin embargo, acabamos por vincular una emoción concreta a cada marca, casi independientemente de su producto.
Nuevas y viejas fronteras del marketing
Si bien antaño el marketing era esencialmente offline o presencial, la era de lo virtual ha provocado que el marketing se traslade al espacio digital. Por ello, uno de los recursos más efectivos para una campaña de marketing exitosa es el nexo inseparable del negocio contemporáneo con las redes sociales. A raíz de esta nueva naturaleza, resultando en un terreno indispensable para los profesionales del mañana. Con cuya formación se pueden conseguir ratios de hasta un 95% de empleabilidad, porcentaje que obedece a la media de alumnos del Máster en Marketing Digital que han conseguido un trabajo.
Volviendo al branding, los profesionales del marketing se han encontrado hoy con una extraña —pero provechosa— situación. A medida que todo individuo se zambulle más en lo virtual, al mismo tiempo crece su ansia de emociones más allá de la pantalla. Asimismo, en un mundo donde la competencia feroz entre marcas cuyo éxito se basa más en su reputación y posicionamiento que en la calidad del producto en sí mismo, basta algo más que los detalles para amarrar al cliente. No obstante, un sector en constante metamorfosis que, por ello, debe ver crecer futuros expertos siempre al día de toda novedad en el sector.
Internet: piedra angular y nicho de mercado del comercio
La mejor baza de una buena campaña de marketing es dar con la ubicación exacta de sus clientes potenciales. Mientras que antaño todo producto debía ajustarse a un lugar donde esto fuera posible, la extrema ubicuidad de la red ha cambiado esto para siempre. Sin ir más lejos, según Hootsuite, algunas redes sociales como Facebook, YouTube e Instagram aglutinaron más de 6.000 millones de usuarios activos a fecha de enero de 2021. Eso, sin contar otras importantes redes sociales como Twitter, TikTok e incluso WhatsApp. Por lo tanto, Internet es un caldo de cultivo de clientes imparable frente a los convencionales.
Asimismo, y frente a la exposición del cliente potencial a la campaña de marketing, cabe decir que cada usuario consume más de 2 horas diarias de red social. Por lo que puede afirmarse que existe un cliente potencialen cualquier momento y lugar en Internet. De este modo, el branding aparece en el conjunto de sus capacidades, y como herramienta del marketing digital, como un recurso que, vinculado a Internet y basándose en lo sensorial, debe existir en todo negocio que se precie. Una opción certera para asegurar el éxito de nuestra campaña a la par que el futuro laboral de sus expertos en constante formación.