Que las redes sociales han transformado los modelos de comunicación y relación, dentro y fuera de las empresas, no es un secreto. Y aunque aún queda mucho camino por recorrer, parece que los y las CEOs van tomando conciencia de los beneficios que podría reportarles tener una presencia activa en las redes sociales.
A pesar de que tradicionalmente, los ejecutivo/as de una empresa siempre han sido hábiles comunicadores en los canales tradicionales, con la llegada de las redes el rol de liderazgo que ostentan les empuja a ser mucho más visibles y a mostrarse más accesibles. Esto es un cambio de paradigmapues tienen que aprender a hablar en un lenguaje totalmente distinto al que ya dominan: en tiempo real, de forma personal, transparente y sin filtros e intermediarios.
Según Mónica Mendoza, directora general y fundadora de la Consultoría Comercial Energivity Consulting S.L., “la figura del CEO es el rostro más visible de una compañía. Si la percepción que tiene de él o de ella la sociedad es buena, la reputación de su empresa mejorará, al igual que su capacidad para atraer y retener el mejor talento”. Además, la experta en ventas y motivación destaca que en tiempos de crisis como los actuales, “las comunicaciones personales de un/una líder de la empresa también pueden contribuir en gran medida a restaurar la confianza de los potenciales clientes y de los ya existentes. Su marca personal tiene un impacto en todo, desde el reclutamiento hasta la reputación corporativa y la confianza de las partes interesadas”.
Ya se sabe, la gente quiere escuchar a gente. Cuando las marcas son transparentes y desarrollan un historial de transparencia, casi el 90% de las personas tienen más probabilidades de darles una segunda oportunidad después de las malas experiencias, y el 85% es más probable que las acompañe durante las crisis, según los expertos.
Existen estudios que apuntan a que las presencia en redes sociales de los y las CEOs puede mejorar la reputación de sus empresas, atraer talento y aumentar las ventas, entre otras ventajas. “No estar por tanto en las redes sociales como CEO o directivo puede parecer falta de transparencia y lejanía con respecto a los necesidades o consultas de las personas a los que se dirige la empresa”, señala la directora general y fundadora de la Consultoría Comercial Energivity Consulting S.L. “No obstante, al tener redes sociales cualquier directivo puede ser objeto de más quejas y peticiones de las que jamás podría atender”, explica Mónica Mendoza.
Con tantos canales de redes sociales para elegir es importante centrarse en los correctos. Si bien Instagram puede ser adecuado para una empresa de moda, por ejemplo, puede que no sea la mejor opción para una empresa de contabilidad. En este sentido, un estudio de Brunswick señala que LinkedIn es la plataforma más popular para los líderes empresariales, teniendo presencia de un 44% de los directores ejecutivos de las principales compañías mundiales. Por otro lado, el mismo informe apunta que Twitter es la segunda opción preferida con un 15%, mientras que destaca que el 62% está presente en más de una plataforma.
Sin embargo, publicar en redes sociales implica destinar un tiempo que no todos los empresarios y directivos tienen. Entonces, ¿deberían crear ellos por sí mismos las publicaciones o bien delegar estas tareas? La experta en ventas y motivación mantiene que “todo depende del perfil del ejecutivo y del negocio. No es lo mismo un emprendedor que un CEO de una gran empresa. En algunos casos es preferible trabajar en equipo y dejar las acciones de marketing y comunicación en redes sociales en manos de los departamentos de marketing”.
Sin embargo, Mónica Mendoza si cree que es bueno que los CEOs publiquen mensajes cada cierto tiempo, ya que “esto le da a la comunicación matices de ser auténtica y abierta y ayuda a generar confianza a largo plazo”. La experta añade que “por supuesto, deben asegurarse de no publicar nada que pueda afectar negativamente al negocio y tienen que ser conscientes del peso de sus palabras. No olvidemos, la audiencia lo que más valora es la autenticidad, la coherencia, y la huella digital del CEO tiene que ir en consonancia con los valores corporativos, impregnados en la figura de él o ella mismo/a”.