La nueva situación que vivimos tras la llegada del Covid19 ha cambiado el comportamiento del consumidor. Por ello las marcas deben adaptarse y reconsiderar su manera de actuar en sus campañas de publicidad.
“El Advocacy Marketing (embajadores de marca) es ya una pieza fundamental de las estrategias de las marcas. Cada vez más empresas comprenden que el objetivo del marketing no es solo atraer nuevos consumidores sino convertirlos también en advocates de la marca”, comenta Patria Ratia, cofundadora de SamyRoad, agencia especializada en el marketing de influencers.
1. Seleccionar a los influencers más allá del reach
En muchas disciplinas de marketing digital se ha pasado de una estrategia basada en la afinidad con el medio a soluciones muy complejas de data y programática, donde el dato es clave en la planificación y la toma de decisiones.
El influencer marketing va a seguir estos mismos pasos, ya que evaluar a los influencers basándose en métricas básicas como el número de seguidores y alcance se queda algo obsoleto. Las marcas deben conocer de dónde son esos seguidores, a cuántos va a poder alcanzar, si son afines a ellas… y no quedarse exclusivamente el identificar el reach del influencer (número de usuarios que han visto su publicación).
Gracias a la naturaleza algorítmica de las plataformas sociales se puede evaluar a los influencers desde otros factores como el número de followers en target (futuros consumidores del producto), el porcentaje de seguidores falsos, el ratio de engagement o la tasa de crecimiento, entre otros.
“Desde hace años analizamos a nuestros clientes a través de nuestro propio algoritmo conocido como ShineBuzz, lo que nos permite identificar al influencer más adecuado para cada campaña publicitaria”, añade Ratia.
2. Evolución de los formatos: de la imagen al video
El video es el formato protagonista del branded content del 2020. Las estadísticas en la industria apuntan a que el formato audiovisual representará en torno al 80% de todo el tráfico de internet en 2021*. Ya sea en forma de stories, tutoriales, paso a paso, reviews de producto… los influencers se convierten ahora más que nunca en productores y distribuidores de contenido.
Además, para las marcas, el contenido generado por estos creadores es una forma muy rentable y eficiente de distribuir su mensaje y contenido de video entre masas de audiencia y por ello recurrirán a influencers con un fuerte aprendizaje en la realización audiovisual.
3. Objetivos más allá de Instagram y YouTube
Las marcas van a enfocar la publicidad y el marketing de influencers hacia canales emergentes como Tik Tok y otros más específicos como Peoople, a pesar de que Instagram y YouTube sigan siendo las redes por excelencia.
El crecimiento sustancias de nuevas redes sociales empujará a las marcas a diversificar su estrategia y a ampliar el contenido en nuevas plataformas que representan, además, buenas oportunidades para llegar a un target difícil de alcanzar y convencer: milleninals y generación Z. La creatividad por parte de los influencers y la personalización de las campañas será fundamental para hacerse un hueco en nuevas plataformas.
4. Impacto en ventas
Hasta el momento ha sido complicado demostrar el retorno directo en ventas del influencer marketing. A partir de ahora, se utilizarán nuevos métodos de trackeo, cupones de descuento, fees que varían según la conversión y otras estrategias que serán clave para marcas que, más allá de la notoriedad, tendrán un nuevo objetivo: la conversión.
Además del alcance y engagement, el ROI del influencer marketing también se medirá este año en leads, interacciones, views, visitas y, por último, en ventas. “En este sentido, en SamyRoad llevamos tiempo preparándonos para esta nueva realidad. Nuestra misión es aprovechar el digital exponential journey de cada marca. Para optimizarlo y tomar decisiones de marketing y negocio basadas en data, hemos creado SAI: SAMY ADVOCACY INDEX, un score que ayuda a las marcas a entender su reputación digital y la relación que ésta tiene con su impacto en ventas”, concluye Ratia.