Las redes sociales ya no son sólo propiedad del ocio y del tiempo libre, sino que han dado el salto al sector laboral, que demanda cada vez más sus usos para lograr resultados económicos. Adelantarse a la competencia, dar continuidad al negocio físico 24h o vender online son algunas de las muchas ventajas que Internet nos viene ofreciendo desde hace tiempo. Pero son las redes sociales las que están tomando mayor protagonismo.
Tal y como apunta Jesús Claramonte, experto en nuevas tecnologías de Internet, “existen aún hoy en día muchas empresas y autónomos que desconocen los beneficios que las redes sociales pueden aportarles a sus proyectos, facilitándoles la realización de tareas diarias y aumentando la rentabilidad del negocio”. Un ejemplo de ello son las distintas herramientas que la red social Facebook, en la que los usuarios siguen a las marcas un 93% frente al 20% de Twitter (según datos extraídos de IAB Spain) facilita, por ejemplo, para montar una tienda online o conocer los fans de una página, e incluso gestionar un evento o calcular la influencia de un negocio gracias a Twitter, como la aplicación Payvment E-commerce Storefront o Social Mention.
Al estar presentes en las redes sociales se le suma la importancia de disponer de una web corporativa en la que exponer el negocio online y las prestaciones que una empresa ofrece al usuario. Tanto para pymes como autónomos, se convierte en un escaparate de ventas que, junto a la tienda online, maximiza las probabilidades de ingresos económicos con modelos de ecommerce como B2C (Business to Consumer), B2G (Business to Government), B2A (Business to Administration) o B2E (Business to Employee), entre otros.
Jesús Claramonte destaca que aquello que continúan persiguiendo los profesionales en la red es la confianza de sus clientes y la visibilidad de sus negocios y para ello recomienda la implementación de campañas de posicionamiento web a través de las redes sociales para conseguir una presencia activa en los principales medios.