En 2021, las ventas de libros en España crecieron un 44 % en el primer semestre respecto a 2020, con una facturación anual alrededor de los 1.100 millones de euros. Cataluña es donde se venden más libros de todo el Estado, un 22% del total. Además, a pesar de la venta por internet, de cada 100 libros vendidos, 68 han sido comprados a través de librerías.
¿Y leemos más libros en papel o digitales? Según las estimaciones, en España, en el caso de grandes novedades editoriales, las ventas en formato de libro electrónico o e-book representan entre el 15 y el 25%, a pesar de que algún título pueda llegar al 40%.
Así, el sector editorial se encuentra inmerso en un nuevo ecosistema productivo en el que conviven la edición tradicional, en papel, y la edición de libros electrónicos. Han surgido nuevas formas de leer, favorecidas por la digitalización de contenidos y el uso intensivo de internet y de todo tipo de dispositivos electrónicos dotados de pantalla. Todo ello obliga a instituciones e industrias vinculadas al libro y a la promoción de la lectura a invertir en formación para poder hacer frente a lo que Teresa Iribarren, profesora del máster de Edición Digital de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y líder del grupo de investigación Literatura Catalana, Mundo Editorial y Sociedad (LiCMES), de los Estudios de Artes y Humanidades, describe como “un cambio de paradigma en todos los perfiles profesionales vinculados al libro”.
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El móvil y la interacción con los autores en las redes
“Leemos más que nunca y desde cualquier lugar gracias al teléfono móvil”, señala Teresa Iribarren, quien ha escrito sobre esta cuestión en la publicación de acceso abierto Revista de Biblioteconomia i Documentació. La profesora de la UOC se refiere a todo tipo de textos, desde whatsapps en contenidos de redes sociales hasta libros en papel, que sigue siendo el formato preferido para los libros. “Todo es lectura, pero cambia la forma en que la practicamos”, advierte la experta.
La lectura digital es multicanal y discontinua. “Podemos interrumpirla para ampliar información sobre una cuestión concreta, por ejemplo”, explica Iribarren. “También nos permite interaccionar con el autor o con otros lectores”, añade, por ejemplo en redes sociales como Twitter. Estas nuevas prácticas de lectura exigen cada vez más accesibilidad e interactividad. Contrariamente, la profesora indica que la lectura en papel es “aislada y unidireccional, lo cual propicia una experiencia lectora más inmersiva, sin distracciones”.
Las instituciones y las industrias vinculadas al libro y la promoción de la lectura tienen que adaptarse a este nuevo paradigma originado por la lectura digital. “Las nuevas prácticas de consumo cultural en internet, y, más en concreto, la lectura digital, tienen consecuencias culturales y económicas de alcance enorme”, asegura la investigadora de la UOC. Para justificar esta afirmación, Iribarren pone de relieve tres fenómenos recientes, impulsados en buena medida por el contexto derivado de la pandemia: el crecimiento de préstamo digital de textos literarios en las bibliotecas públicas, la eclosión del audiolibro y el nacimiento de nuevas librerías tradicionales.
La formación en edición digital crece con la pandemia
Con el fin de ayudar al sector a adaptarse a la transformación digital de los procesos de producción de libros, la UOC imparte el máster de Edición Digital. El programa, que incorpora tanto los conocimientos de edición tradicional como las especializaciones y las herramientas técnicas necesarias para la edición del libro digital, ha experimentado un fuerte crecimiento en alumnado desde que se inició la pandemia. Aquellos que desean profesionalizarse en el sector del libro saben que es imprescindible equiparse con conocimientos y competencias que obedezcan a la transformación digital del sector del libro. Solo así lograrán ser editores capaces de tomar decisiones bien fundamentadas e implementar soluciones imaginativas y eficientes.
Este programa de estudios del máster de la UOC da respuesta a las demandas del mundo editorial y de las instituciones, tanto públicas como privadas, vinculadas al libro. Un ejemplo de esto es la creciente necesidad de las empresas de transformar sus libros en libros digitales. El programa también capacita para concebir e implementar la creación, la distribución, la venta y la promoción de libros impresos y digitales.
“La creación y la consolidación del máster ha sido, y es, un reto constante”, señala la profesora de la UOC. Iribarren destaca el hecho de que la disciplina esté todavía en construcción, lo que “obliga a estar muy atento a toda aquella información que se genera alrededor de la evolución y de las nuevas prácticas de lectura y autoriales, dispositivos, software, modelos de negocio, plataformas, etc.”. El máster, que se imparte desde 2014, abrirá matrícula de nuevo el próximo mes de marzo.