La reciente crisis sanitaria del COVID-19 y el ritmo acelerado de crecimiento de la sociedad global actual ha obligado a todas las áreas de la sociedad a reinventarse e introducir paulatinamente nuevas formas de trabajo colaborativo. El actual avance tecnológico ha sido el que ha facilitado esta incorporación. Por ello, sectores como el de la educación han fomentado este tipo de trabajo a través de diversas herramientas digitales.
En los últimos meses, muchos centros educativos han apostado por la integración de nuevas herramientas de trabajo, desarrollando el aprendizaje colaborativo de los estudiantes. Es así como, en este tiempo, los niños han tenido que amoldarse a nuevos instrumentos de trabajo de los que, a su vez, han surgido nuevas formas de aprendizaje.
Esto, sin embargo, ha supuesto una gran ventaja, pues, el aprendizaje colaborativo otorga un papel fundamental a los alumnos, que pasan a ser los protagonistas de su propio proceso de formación. Así lo explican los profesionales de ICS, International College Spain, centro educativo que tiene integrado en sus clases estas nuevas plataformas digitales. A través de su Campus Global, sus alumnos se conectan, descubren e interactúan a través de proyectos colaborativos con todos los estudiantes que conforman el grupo educativo al que pertenece el colegio, Nord Anglia.
Desde el centro, defienden los numerosos beneficios que supone introducir el aprendizaje colaborativo en las aulas, también a través de las nuevas tecnologías. Algunos de los más destacados son:
1. Permite que los niños desarrollen su creatividad. Motiva a los estudiantes, que despiertan su interés al aprender cosas nuevas.
2. Favorecen el sentido de responsabilidad en la medida que el trabajo de cada uno queda registrado. Promueve valores como la responsabilidad, la solidaridad y el trabajo en equipo.
3. Propicia la comunicación entre los estudiantes, incluso a nivel internacional gracias a las conexiones. Mejora las relaciones interpersonales y las habilidades sociales.
4. Amplifica el aprendizaje de los estudiantes en el aula a través de experiencias únicas. Aprendizaje basado en la tecnología.
Por otro lado, no olvidemos que este aprendizaje colaborativo no solo involucra a los niños, sino a los docentes y los padres, que también forman parte de este proceso de cooperación conjunta.
