La pandemia ha cambiado nuestra percepción sobre la oficina. El 87% de los trabajadores españoles tiene la posibilidad de trabajar desde casa y, de cara al futuro, el 30% de los empleados españoles que desempeñan su labor profesional en una oficina preferiría trabajar desde casa la mitad del tiempo y acceder a la oficina la otra mitad, tal y como revela el nuevo estudio ‘Cigna 360 Well-being Survey’, realizado por la aseguradora de salud Cigna.
Aunque inicialmente el principal motivo que justificaba el deseo de trabajar desde casa era la seguridad frente al contagio de la COVID-19, la puesta en práctica de esta nueva modalidad de trabajo ha traído grandes ventajas acogidas por los empleados: ahorro en los tiempos de desplazamientos diarios, mayor equilibrio entre la vida laboral y personal y ahorro financiero.
Ante este escenario, las empresas han tenido la necesidad de reinventarse rápidamente, demostrar resiliencia y versatilidad, y adecuarse de forma rápida y creativa a la nueva situación, pero sin olvidar que los trabajadores y su bienestar son su máxima prioridad. Así, han conseguido satisfacer la mayor parte de las necesidades cotidianas (horarios flexibles, tecnología necesaria, etc.), pero la prolongada estancia fuera de la oficina ha descubierto nuevas áreas en las que los empleados sienten que podrían necesitar más apoyo.
Ahora el reto es cuidar a la plantilla de forma holística, independientemente del lugar desde el que esté desarrollando su actividad laboral. Para ello, es necesario apostar por la implantación y evolución de los planes de salud como eje estratégico en la gestión de las personas. Pero, además, la crisis de la COVID-19 ha puesto de relevancia cómo el cuidado de la salud mental en el entorno profesional mejora la experiencia de empleado, por lo que resulta fundamental que las empresas implanten programas ad-hoc de gestión del estrés o ansiedad, así como iniciativas relacionadas con otros aspectos que influyen directamente en el bienestar emocional de los trabajadores.
Bajo esta premisa, la salud mental es un área que necesita ser ampliada si la opción de teletrabajo va a seguir siendo una práctica viable y exitosa a largo plazo. Sobre todo, en un contexto en el que el 52% de los empleados desea apoyo en cuestiones de salud mental y solo el 18% dice que su empresa lo proporciona, dejando una brecha del 34%. Conscientes de ello, Cigna, como proveedor de servicios de salud, propone cuatro claves para reforzar el bienestar emocional de los empleados durante la nueva era del teletrabajo:
- Implantar iniciativas que mejoren la comunicación y colaboración del equipo. Ahora, teniendo en cuenta que el futuro de las empresas se basará en la gestión de entornos híbridos donde el teletrabajo es una constante, uno de los desafíos se centra en la comunicación y el contacto constante con la plantilla. Fomentar el engagement es clave y, para ello, los departamentos de RRHH deberán ser creativos, buscando nuevas formas de llegar a los empleados y siendo los managers la figura de referencia. Para conseguirlo, será muy útil que desde los puestos directivos se impulsen acciones de team building o sesiones online de coaching con los que potenciar los vínculos entre compañeros, ya sea en remoto o presencial
- Fomentar la desconexión laboral de los empleados. Para cuidar el bienestar emocional de la plantilla es esencial permitirles desconectar de la jornada laboral y pasar tiempo de calidad bien para realizar sus hobbies o para pasar tiempo de calidad con sus seres queridos. En esta línea, es esencial que las empresas proporcionen herramientas que contribuyan a resolver este problema y faciliten recursos para fomentar una buena gestión del tiempo.
- Servicios de apoyo familiar al empleado. Existe una estrecha relación entre el bienestar familiar y un mejor rendimiento laboral: no hay que olvidar que los empleados son personas que, además de desempeñar el rol de trabajadores, también tienen responsabilidades familiares de distinto tipo que ejercen una gran influencia en su nivel de bienestar. Por ello, proporcionar soluciones orientadas a la salud familiar permite a los empleados disfrutar de la tranquilidad de saber que la organización para la que se trabaja tiene en cuenta las necesidades particulares de cada familia. Esto aumenta la motivación y el compromiso del empleado, lo que repercute positivamente en su bienestar emocional, físico y laboral. Como consecuencia, el nivel de engagement y satisfacción laboral del empleado también aumenta.
- Construir un ambiente laboral positivo que anime y motive a los empleados. Invirtiendo en la salud individual de los empleados, el ambiente colectivo también mejorará, lo que, sin duda, contribuye enormemente a mejorar la respuesta emocional. En este punto es importante entender que cada persona tiene unas preocupaciones y necesidades distintas, por lo que el tratamiento debe realizarse de manera totalmente personalizada.
Junto a estas claves será conveniente, además, revisar desde el departamento de Recursos Humanos el estilo de liderazgo y la cultura organizacional que caracteriza la gestión de personas de su empresa y que, a partir de ahí, fomenten la creación de un entorno laboral que promueva el apoyo constante, la cohesión y el compromiso en remoto. Además, en este cambio es importante tener en cuenta el entorno tecnológico ofrecido: herramientas de conexión que permitan la cultura del trabajo a distancia.
