El estado de alarma ha hecho que la utilización de las tarjetas bancarias haya aumentado, ya sea para comprar online, para sacar dinero sin acudir a una oficina del banco o para pagar en tiendas y evitar el efectivo. Por desgracia, los intentos de fraudes y estafas también han aumentado.
Para protegernos y reducir los riesgos de operar con tarjeta, la banca nos brinda la posibilidad de personalizar la seguridad de nuestras tarjetas, por ejemplo limitando el gasto máximo que se puede hacer con ellas cada día o cada mes o bloqueando las compras en línea. El comparador financiero HelpMyCash.com ha analizado las aplicaciones de 12 bancos y entidades fintech que operan en España teniendo en cuenta 20 parámetros diferentes en cuanto ala configuración de seguridad de las tarjetas bancarias con el objetivo de valorar el grado de seguridad que ofrece cada compañía a sus clientes y saber cómo de personalizados podremos tener nuestros plásticos de acuerdo con nuestros hábitos de consumo.
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Seguridad básica para todos: activar las alertas
Elegir bien la configuración de seguridad de nuestras tarjetas es vital para darle un uso responsable a nuestros plásticos y blindarnos contra posibles actos fraudulentos. Prácticamente la totalidad de las entidades permite, en mayor o menor medida, configurar las diferentes alternativas de uso y activar y desactivar servicios con un solo clic y al instante.
Según el estudio de HelpMyCash, Abanca es la entidad con más posibilidades de configuración de seguridad de las tarjetas, seguida por ING y BBVA.
Existen algunas opciones de configuración que siempre es recomendable tener activadas para utilizar las tarjetas de manera más segura. Por ejemplo, sean cuales sean nuestros hábitos de uso, es conveniente activar los avisos por operativa. Así, cada vez que la tarjeta se utilice, tanto para comprar como para sacar dinero, nos lo comunicarán por SMS, mediante una notificación si tenemos descargada la app del banco o por correo electrónico y, si no la hemos utilizado nosotros, entonces lo sabremos al instante y podremos bloquearla sin demora.
El 75% de las entidades analizadas permiten activar o desactivar los avisos cada vez que se realice una compra o se saque dinero de algún cajero.
Limitar las compras y los reintegros
Si solamente utilizamos la tarjeta para comprar (físicamente u online), podemos desactivar los reintegros en cajeros o bien limitar el importe máximo que se puede retirar cada día o cada mes (todas las entidades incorporan alguna de estas dos opciones). Así, analizando nuestros hábitos de consumo podremos decidir el máximo de efectivo que podremos sacar a través de un cajero o desactivar esta operativa y solo activarla en los momentos en los que vayamos a realizar reintegros, ya que estas opciones se suelen ejecutar de manera inmediata.
En el caso de las compras ocurre más o menos igual que con los cajeros, ya que podremos acotar las compras limitando la cantidad máxima diaria o mensual que se puede gastar con la tarjeta, según la entidad. Además, si tenemos una tarjeta en CaixaBank o imaginBank también tendremos la opción de desactivar los pagos en sectores concretos como el ocio para mayores de edad, aerolíneas, hoteles o gasolineras. Así, si no la utilizamos para viajar o no tenemos coche, podremos desactivar las compras en este tipo de tiendas.
Finalmente, el pago contactless, aunque es uno de los más utilizados en España, sigue despertando cierta desconfianza en algunos clientes, por ello el 50% de los bancos ofrece algún tipo de límite o restricción sobre este sistema: anularlo y que solo se pueda pagar con pin o modificar el importe máximo que se puede gastar por compra sin teclear la contraseña, por ejemplo reducirlo de 20 euros a 10. Entidades como Banco Santander, BBVA, Abanca, ING, Openbank y Revolut permiten activar y desactivar este tipos de pagos.
Restringir las compras online o en el extranjero
Además de la configuración básica, existen otros parámetros que muchas entidades permiten modificar y que nos interesarán según nuestros hábitos de compra con las tarjetas.
Cabe destacar que las compras online suelen tener su propia configuración adicionalen el 75% de las entidades por lo que podremos activar o desactivar las compras en páginas web. Es aconsejable desactivar la opción de comprar online por motivos de seguridad tanto si somos asiduos a las compras online como si nunca las hemos realizado y activarla solamente cuando tenemos pensado realizar alguna.
Por otro lado, ahora que los viajes están limitados por la pandemia, también podremos limitarlos en nuestra tarjeta. El 83% de las aplicaciones bancarias, de acuerdo con el comparador, ofrecen la alternativa de activar o desactivar las compras en países extranjeros. Así, deberíamos siempre tener esta alternativa desactivada y solamente activarla cuando viajemos fuera de España.
Apagar y encender las tarjetas a la carta
Si la configuración de seguridad que ofrece nuestro banco no se adapta a nuestras necesidades, podemos cortar por lo sano y congelar nuestra tarjeta. Con esta sencilla operación, nuestra tarjeta quedará temporalmente desactivada, por lo que no se podrá usar ni para abonar compras ni para sacar dinero hasta que la volvamos a activar. El 100% de las entidades analizadas por HelpMyCash permiten encender y apagar las tarjetas temporalmente, algo que por lo general se puede hacer en unos segundos a través de la app o la web del banco.
Esta alternativa es especialmente interesante si tenemos una tarjeta secundaria que no utilizamos muy a menudo, lo que nos permitirá tenerla desactivada si no tenemos planeado utilizarla.
Por otra parte, ante cualquier sospecha de uso fraudulento de nuestra tarjeta, vale la pena apagar la tarjeta y así desactivarla hasta resolver las dudas sobre su seguridad. Además, el 92% de las entidades permitirán cancelarla definitivamente y al instante desde la app en caso de robo o pérdida.
En definitiva, es aconsejable dedicar al menos diez minutos a conocer las posibilidades de configuración de las tarjetas que nuestros bancos permiten para adecuarla a nuestros hábitos de consumo y así protegerlas lo máximo posible contra posibles usos fraudulentos.