10 avances tecnológicos que nunca se vieron en las aulas de EGB

Stephen England de Legamaster: “La tecnología está revolucionando las aulas y en pocos años el cambio a los entornos digitales será radical”.

Publicado el 02 Sep 2014

niños

Cuando miramos los elementos utilizados en las aulas por la generación EGB nos parecen prehistóricos. Productos como las calculadoras, los disquetes de memoria, o los reproductores de vídeo VHS. Y no sólo los aparatos electrónicos, sino también otros objetos como el papel de calco, las enciclopedias, los mapas mundi, etc. La tecnología los está literalmente devorando y dejando fuera de uso gracias a los constantes avances, como los 10 siguientes, que nunca se vieron en las aulas de EGB:

1. Pizarras Digitales Interactivas (PDi): la tiza pasará a ser un objeto de museo en no demasiados años. Las pizarras oscuras y polvorientas están siendo sustituidas por pizarras blancas multiusos que sirven como superficie de proyección y a la vez para escribir con rotuladores de fácil borrado. Son las pizarras digitales interactivas que se usan con proyectores conectados a un ordenador con internet. Sobre ellas el profesor puede escribir directamente con el dedo o con un lápiz electrónico multifunción, borrar, importar imágenes, vídeos y animaciones, activar el audio y abrir y cerrar ventanas de contenidos multimedia de cualquier tipo. En definitiva, acceder a un mundo ilimitado de información en formato digital.

2. Displays táctiles: todo el mundo está de acuerdo en que el Display Digital será pronto el sustituto de la PDi. Se trata de un televisor gigante táctil que se puede manejar con el dedo. Los displays táctiles van un paso más allá gracias a la nitidez, la resolución y la función multi-touch llegando a detalles nunca conseguidos hasta ahora (full HD). Se puede interactuar con todos los contenidos curriculares en formato digital con sólo tocarlos, como de una tableta gigante se tratase. Con las E.board Touch de Legamaster los profesores y alumnos simultáneamente pueden navegar por las pantallas accediendo a los contenidos deseados, modificarlos, almacenarlos y compartirlos con el resto de alumnos.

3. Tabletas: Los libros de texto y los cuadernos de papel sirven de poco en un aula del siglo XXI. ¿Para qué copiar o hacer resúmenes de la lección si desde la tableta se puede acceder cuando se quiera a lo que el profesor ha escrito o dibujado en la PDi o en el display táctil?.

4. Visualizadores digitales: la época en la que los profesores imprimían los esquemas de sus lecciones sobre transparencias para ponerlas sobre el retroproyector ha quedado muy atrás. Los visualizadores modernos son digitales y proyectan en la pizarra blanca, a través de un proyector, la página de cualquier libro o cuaderno, o sencillamente cualquier objeto tridimensional al que esté enfocando su cámara.

5. Mini PADs: son unos pequeños dispositivos de mano que se conectan por radiofrecuencia con el ordenador de la pizarra electrónica y ofrecen tres funciones: ratón, teclado y puntero láser.

6. Contenidos 3D: como si se tratara de los hologramas de La Guerra de las Galaxias, los nuevos proyectores 3D Ready ofrecen a los alumnos la posibilidad de visualizar con una gran disparidad de contenidos educativos en tres dimensiones (3D), como los de Cyberscience 3D en los que los objetos traspasan la pantalla y casi parece que entran en aula con los estudiantes.

7. Impresoras 3D: las clases de manualidades o “pretecnología” de la EGB hubieran sido algo completamente distinto con estos inventos capaces de producir cualquier objeto que previamente haya sido imaginado y diseñado con un programa tipo AutoCAD, u otros más sencillos pensados para diseñar en 3D.

8. Entornos EVA: se trata de los Entornos Virtuales de Aprendizaje o Learning Management Systems. Aunque este tipo de software para el aprendizaje y evaluación online no hubieran librado a la generación de EGB de asistir a clase diariamente, sí que hubieran sido la herramienta perfecta para no tener que quedar en la biblioteca (o en la casa del amiguito de turno) para hacer los trabajos en grupo. Además con este tipo de software, el profesor sabe qué ha realizado cada alumno, la puntuación obtenida, y toda la información necesaria para la evaluación continua, sin que “el más espabilado” pueda aprovecharse del trabajo de sus compañeros.

9. Notebooks, laptops: En aquello época ni se pensaba que algo similar a un ordenador podría llegar a ser tan pequeño. Los primeros PC portátiles empezaron a llegar al mercado en torno a 1991, y bien entrada esta década aún se estudiaba EGB en España, pero una cosa es que existieran y otra distinta que abundaran en las aulas (costaban unos 450.000 ptas cada uno). Fueron los nacidos a mediados de los 80 los primeros que comenzaron a estudiar la LOGSE, pero su implantación fue progresiva por lo que coexistió con la EGB hasta el 2001-2002.

10. Smartphones: los smartphones no se pueden usar en las aulas, es verdad, pero sí en el patio y mientras se hacen los deberes en casa. Tampoco están prohibidos para los profesores, de hecho ya hay tutores escolares que tienen un grupo de whatsapp con los padres de sus alumnos y les envían fotos e información sobre las actividades de sus hijos en el colegio. Seguro que ahora más de un lector está pensando: ¡Gracias a Dios, que no había smartphones en mi época de estudiante!.

Tal y como explica Stephen England, responsable de la distribución de Legamaster en España: “La tecnología ha provocado un cambio progresivo e imparable hacia el aula digital. Esta revolución ya lleva la friolera de 2 décadas, y la realidad es que todo el entorno educativo, desde el equipo docente, a los alumnos, los padres, la propia metodología, los materiales, los formatos en que se suministra la información y los propios procesos de transferencia de la información y control de progresos están sufriendo un cambio tan profundo y radical que no sabemos realmente hasta donde va a afectar la vida diaria”.

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Laura del Rio

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