Durante los últimos años, el sector de la animación se ha convertido en uno de los principales segmentos del mercado audiovisual nacional. La escena de la animación, junto al sector de los efectos sonoros, genera el 20% de los puestos de trabajo de la industria audiovisual, según las estimaciones del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Además, produce el 9% de los ingresos totales del sector nacional con una facturación de 900 millones de euros. En relación con esta cifra, los datos de Statista prevén que el tamaño mundial de esta industria supere los 650.000 millones de euros en 2030.
De la mano del crecimiento económico de esta área, también ha mejorado el reconocimiento social del sector. Durante muchos años, la animación se había considerado en todo el mundo un arte menor. “Desde hace 20 años se presta mucha más atención a las producciones de animación o a su aportación en otros campos. Que se organicen festivales específicos y que se reconozca este trabajo con premios es indicativo de esta mejora del reconocimiento social”, indica Jose Hernández Abolacio, profesor de la escuela audiovisual Treintaycinco mm.
Concretamente, España cuenta con un sector de la animación descentralizado, en el que destacan la industria madrileña, la catalana y la canaria. La escena de la animación ya genera 8.540 puestos de trabajo directos, además de los más de 21.000 generados de forma indirecta gracias, en buena parte, a las 16 series, 52 cortos y 6 películas de animación producidas en España durante el último curso, según el informe Who is Who 2022. Animation from Spain. Además, el 90% de las producciones nacionales se han exportado. La animación española es cada vez más relevante, situándose como uno de los mercados con más potencial en el futuro. Todo un éxito.
La industria de la animación representa mucho más que las películas infantiles
La maduración del sector es una realidad, tal como demuestran las muchas películas y series producidas de enfoque absolutamente adulto. Del mismo modo, la animación ha derivado en muchas disciplinas: se emplea tanto en efectos visuales como en motion graphics. “A día de hoy se podría decir que hay animación en todas partes”, enfatiza Jose Hernández. En programas informativos, en cortinillas de televisión, en dispositivos móviles, en contenidos de publicidad o incluso dejando su huella en el sector sanitario. “La animación sirve tanto para contar historias como para explicar procesos o comunicar ciertas cosas”, anota el profesor de la escuela audiovisual Treintaycinco mm.
Así pues, el sector prevé un horizonte que era impensable 20 años atrás. A nivel laboral, la industria tiene una demanda importante y, en consecuencia de la transversalidad de esta industria, reclama perfiles híbridos que combinen conocimientos de diseño gráfico y de audiovisuales. “En Treintaycinco mm hay formaciones que no están específicamente destinadas a la animación, pero que están muy vinculadas con el desarrollo de creatividades animadas” apunta el Jose Hernández. Además, el sector demanda conocimientos relacionados con el mundo del sonido por la necesidad de saber cómo tratar la música o las locuciones. En este contexto, la industria vive un crecimiento histórico que derivará en muchos productos diferentes, por lo que el conocimiento amplio y permanentemente actualizado del sector será clave para el buen desarrollo del profesional. Cuanto más se sepa, mejor.