El portal de trabajo Infoempleo y el Grupo Adecco, líder mundial en gestión de Recursos Humanos, presentan una nueva entrega de la XXV edición del Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España, una completa radiografía de la situación del empleo en nuestro país.
Y en este caso, quieren poner en relevancia la visión de trabajadores en activo y desempleados acerca de los temas de actualidad de nuestro mercado laboral: situación actual, jornada de 4 días y modelos híbridos de trabajo, salud mental y emocional en el entorno de trabajo, y otros aspectos importantes para trabajadores en activo y personas en búsqueda de empleo.
Índice de temas
Trabajadores satisfechos, pero no del todo
Un 28,18% de los trabajadores en activo consultados en este informe se declaran contentos con su actual trabajo y no piensan cambiar de empleo. Mientras que un 19,05%, pese a estar bien, busca otro trabajo porque las condiciones que tiene no son las deseadas, un 15,59% se quiere marchar ya de su actual empleo porque no está contento, y un 13,74% quiere buscarlo dentro de un tiempo.
Entre las razones que pesan más a la hora de decidirse por un cambio de empleo, conciliar la vida profesional y la personal se mantiene a la cabeza (45,51%) doblando el porcentaje obtenido en 2020 (23,40%). Le siguen las oportunidades de desarrollo profesional (33,57%) y el ambiente de trabajo (30,40%). El 29% valora el horario o tipo de jornada que tenga, el 26,17% prima contar con salario fijo y el 23,06% por disponer de un contrato indefinido, además de otras opciones menos valoradas como la ubicación de la empresa (12,97%), las oportunidades de aprendizaje (6,38%) o el paquete de beneficios que la empresa ofrezca (3,99%).
Es más, actualmente, el 62,47% de los profesionales en activo dice estar dispuesto a renunciar a su puesto de trabajo si este no cumple con las condiciones que el trabajador/a necesita, frente al 37,53% que mantendría el puesto a pesar de ello.
El salario es otro de los puntos donde los profesionales españoles no se sienten satisfechos. El 67,77% creen que su trabajo no está suficientemente remunerado, frente al 31,29% que se muestra contento con su sueldo, y un escaso 0,94% que dice percibir demasiado por el trabajo que realiza.
En cuanto al tipo de remuneración flexible que valorarían más, sigue la tendencia al alza de los seguros médicos propiciada por la pandemia. A un 46,24% les gustaría que su empresa les ofreciese esta posibilidad (35,04% en 2020). En segundo lugar se sitúan las dietas y desplazamientos (37,07%), y en tercera posición los planes de pensiones (31,93%).
Contar con un mal jefe es suficiente motivo para dejar un trabajo, según el 79,51% de los profesionales consultados. A la hora de valorar cómo sería un buen mánager, el 82,88% cree que debería ser una persona con conocimientos especializados en el trabajo que desarrolla, y a un 42,81% le gustaría también que tuviese conocimientos de management.
Demanda de Empleo en España
En cuanto a las habilidades interpersonales, la más valorada por los empleados es el trabajo en equipo (54,00%), junto a la capacidad para organizar y planificar (41,09%), facilidad para comunicarse (35,55%), habilidad para resolver problemas (32,04%), y que muestre también honestidad y ética profesional (21,86%).
Adaptación del mercado de trabajo a la nueva realidad
Los profesionales españoles mantienen con una calificación de notable su valoración de la adaptación a la “nueva normalidad” de las empresas en las que trabajan. Y esto, a pesar de que un 44,84% dice haber experimentado en ocasiones el llamado “síndrome del trabajador quemado” o burnout. Y un 24,27% se declara un trabajador “quemado” en su puesto actual.
Tras más de dos años de pandemia, de incertidumbre, situaciones difíciles y sacrificio personal, las plantillas acusan el cansancio físico y psicológico que ha supuesto hacer frente a esta situación. Y reclaman ayuda psicológica para gestionar las situaciones que están surgiendo derivadas del estrés sufrido durante la pandemia.
Una asignatura todavía pendiente en la mayoría de las empresas: el 68,36% de los trabajadores declaran que no cuentan con apoyo psicológico ni ayudas en sus compañías, ni tampoco contemplan tenerlas a corto/medio plazo.
De los profesionales encuestados, el 47,87% constata que durante el pasado año trabajaron más horas de las que indicaba su jornada laboral. El 28,71% realizó hasta 50 horas extraordinarias, un 27,03% trabajó entre 50 y 100 horas de más, un 17,29% superó esas 100 horas, un 15,56% trabajó entre 200 y 400 horas extra, y un 11,42% superó ese límite de 400 horas. Un sobreesfuerzo que, en un 45,50% de los casos, no fue retribuido de ninguna manera, ni con dinero ni con descansos.
La búsqueda activa de empleo
El 92,59% de los desempleados consultados por Adecco e Infoempleo no ha desistido en su búsqueda de empleo y sigue intentándolo de forma activa. De hecho, un 42,47% de ellos le dedica tiempo a esta actividad varias veces al día. Y un 72,47% dice no haber rechazado nunca una oferta de empleo. Si bien en pocas ocasiones han recibido ofertas que se ajusten a su perfil (34,86%).
Entre los que ya no buscan, el 24,66% ha desistido porque cree que no encontraría nada, un 22,52% dice que su estado de salud no se lo permite, el 22,25% alude a sus circunstancias familiares y/o personales, un 14,48% está estudiando, un 11,53% prepara oposiciones y el 4,56% restante no quiere o no necesita trabajar.
Al igual que para los trabajadores con empleo, para los profesionales desempleados lograr un equilibrio entre la vida profesional y personal es también la razón que pesa más a la hora de decidirse por un nuevo empleo (35,44%), junto a las oportunidades de desarrollo profesional (26,80%). Aunque un 25,23% confiesa que, en la situación en la que encuentran, aceptarían cualquier oportunidad.
Del otro lado, las razones que podrían motivar a los desempleados consultados a rechazar una oferta laboral a pesar de su situación están el salario insuficiente (44,18%), que implicase un cambio de residencia (27,49%), la duración de la jornada (27,49%) o el tipo de contrato ofrecido (26,92%).
Sin embargo, el 62,16% señala que no rechazaría una oferta de trabajo, aunque esta no cumpliera con las condiciones deseadas.
En cuanto a la remuneración flexible que desearían, al igual que en el caso de los profesionales con empleo, la más apreciada sería el seguro médico (43,03%), junto a las dietas y desplazamientos (38,54%) y la formación externa (30,53%).
De las personas consultadas, el 32,54% se ha planteado dar un giro a su carrera profesional, pero todavía no sabe qué hacer. Mientras que el 29,60% se está preparando para ello y el 9,00% se plantea crear su propio negocio.
Ocho de cada diez desempleados creen que ampliar estudios puede aumentar sus posibilidades de encontrar trabajo. Por lo que, durante el tiempo que llevan en paro, un 69,35% ha realizado algún tipo de formación (gratuita o pagada).
Sobre el tipo de formación más adecuada para avanzar en su carrera profesional, un 41,64% cree que la FP y los ciclos más cortos resultan más interesantes para su capacitación que la formación universitaria. En opinión del 26,94% de los desempleados, el centro de trabajo es el lugar donde debería llevarse a cabo esa recualificación, frente a los centros educativos convencionales.
Bajando a expectativas reales, en un extremo hay un 17,58% de desempleados que no cree que pueda encontrar trabajo en los próximos meses frente al 5,05% que está absolutamente convencido de que lo hará.
Entre los que no ven claro el futuro laboral, un 41,22% cree que el principal obstáculo que tiene para encontrar empleo es su edad, seguido por el estado general de la economía (21,95%), la alta competencia por un mismo puesto (8,09%) y la falta de experiencia, principalmente (6,81%).
Modelo híbrido para trabajar
Un 58,02% de los trabajadores consultados se muestran pesimistas ante la idea de que el trabajo en remoto sea una fórmula que vayan a mantener las empresas españolas, una vez que se levanten todas las restricciones y alcancemos de pleno la “nueva normalidad”. De hecho, el 54% confirma que durante 2021 su empresa ya no les ha facilitado la posibilidad de teletrabajar.
La entrada en vigor de la Ley de Trabajo a Distancia en octubre del pasado año tampoco parece haber calado entre las compañías. Un 49,68% de los trabajadores consultados dicen que no han recibido la compensación económica que, según indica esta Ley, han de aportar las empresas a las personas que trabajan desde el hogar más de un 30% de su jornada.
A pesar de que un 61,37% se declara partidario del teletrabajo, al igual que sucedía con las empresas en la anterior entrega de este análisis, los trabajadores prefieren un modelo mixto que combine ambas opciones (trabajo en remoto y presencial). Esta opción es la favorita del 45,30% de los empleados. La necesidad de socializar con los compañeros (41,96%) es la razón que se repite más entre aquellos que no son partidarios del trabajo en remoto. En segundo lugar, se sitúa la idea de que si va al centro de trabajo tendrá más garantías de promoción profesional y acceso a formación (22,40%). Y como tercera razón más comentada estaría la falta de buenas condiciones para trabajar en casa (17,61%).
Un 51,51% de los trabajadores que están en situación de desempleo en estos momentos se declaran a favor del trabajo presencial, frente al 42,57% que prefieren una fórmula mixta, y el 5,92% que opta por trabajar solo en remoto. En su caso, además de socializar (40,15%), también creen que si acuden al centro de trabajo tendrán más opciones de formarse y promocionarse (30,31%).
El interés por implementar la semana laboral de cuatro días ha resurgido con fuerza durante 2021. Incluso desde el Gobierno se propuso un proyecto piloto de tres años diseñado para ayudar a las empresas a hacer esta transición. Pero, a pesar de la repercusión que han conseguido algunos ejemplos en las que este modelo se ha implantado con éxito, un 62,42% de las compañías señaló que no veía viable esta opción. Esta opinión choca frontalmente con las aspiraciones de los empleados y desempleados que en un 54,33% y un 42,43%, respectivamente, sí ven posible la implantación de la jornada de cuatro días con mantenimiento de salarios.