Resulta evidente que las pequeñas y medianas empresas en nuestro país son algunas de las principales afectadas por el actual contexto económico marcado por la incertidumbre y la inflación. No podemos olvidar que en España el 99% del tejido empresarial está compuesto por pymes – según los datos ofrecidos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en enero de 2022 – de tal modo que son especialmente vulnerables a estos cambios sociales y económicos.
En esta línea, hace tan solo unas semanas CEPYME desvelaba a través de su Indicador sobre la Situación de la Pyme -mediante la cual se mide sus fortalezas y debilidades- que estas están atravesando su situación más crítica desde el año 2014, una cifra especialmente preocupante.
Los elevados costes que han tenido que asumir junto con la paralización de sus ventas, han hecho que incremente su nivel de endeudamiento, mientras su rentabilidad disminuye progresivamente. En esta línea, los pequeños y medianos empresarios piden a gritos el impulso de ayudas y subvenciones para afrontar esta situación, al tiempo que buscan desesperadamente soluciones que les den la oportunidad de reducir sus gastos diarios, así como de aumentar los niveles de productividad de sus empleados.
Entre esas soluciones y, sin lugar a dudas, hay una que está cobrando especial relevancia: la economía de suscripción. El consumo por suscripción se ha convertido en una tabla de salvación para estas organizaciones gracias a su gran flexibilidad -especialmente demandada en estos tiempos- así como por sus avances en términos de democratización.
En este contexto, desde Simplr, como compañía española pionera en economía circular y la primera en ofrecer en un mismo lugar todo lo necesario en la vida diaria bajo un sistema de suscripción, brindamos la oportunidad a las pequeñas y medianas empresas de consumir todo tipo de productos o servicios por un tiempo limitado devolviéndolos cuando ya no los necesiten y demostrando que un consumo flexible, responsable y sostenible es posible.
En concreto, las pymes han encontrado en la suscripción un medio a considerar para resolver la situación de incertidumbre en la que muchas de ellas se ven envueltas. Por primera vez, tienen la posibilidad de ajustar el consumo a sus necesidades reales sin adquisiciones, sin ataduras, sin grandes desembolsos y sin cláusulas sorpresa. Asimismo, también les permite acceder a equipos electrónicos de última generación, mobiliario nuevo o vehículos de empresa para sus empleados con unas condiciones muy favorables y flexibles.
La reorganización de espacios a consecuencia del teletrabajo o los elevados cambios producidos en el personal son algunas de las causas que han provocado que esta tendencia se haya posicionado a la cabeza. Así, categorías como la de tecnología ya han visto disparada su demanda en un 36% durante los últimos meses, según datos de Simplr, destacando productos como los ordenadores, teléfonos móviles o tablets.
En medio de un escenario profundamente cambiante, esta senda se plantea como la única a seguir para lograr adaptarse a los tiempos que corren. De otra manera, seguir aferrado a un modelo de consumo rápido no solo se está convirtiendo en un riesgo, sino también en una inconsciencia.