Cómo ahorrar en la factura energética en vacaciones

Medidas como el uso adecuado de ventiladores y aire acondicionado o revisar la potencia contratada en la segunda vivienda son claves para reducir el consumo. En caso de dejar la vivienda habitual durante las vacaciones se puede reducir al mínimo el consumo energético.

Publicado el 08 Jul 2022

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Durante los meses de julio y agosto, muchos ciudadanos se desplazan a su segunda residencia para disfrutar de unas vacaciones o incluso para teletrabajar desde su casa en la costa o en el pueblo, donde las altas temperaturas resultan más llevaderas que en la ciudad. Sin embargo, tener una segunda casa supone pagar otra factura de luz más, por lo que es importante controlar el gasto energético y a la vez, reducir al mínimo el coste de la factura de luz de la vivienda habitual, evitando el conocido como “consumo fantasma” mientras no estamos en ella.

Desde Gana Energía, como asesores energéticos, ofrecen algunas recomendaciones para que los usuarios puedan ahorrar durante el verano en el recibo de la luz mediante un consumo responsable y eficiente.

Sistema de placas solares fotovoltaicas

Apagar la vivienda actual

Antes de salir de vacaciones, es importante evitar el temido consumo fantasma en la vivienda habitual. Este es el gasto energético que generan los aparatos conectados a la red que no están siendo usados y puede suponer en torno al 12% de la energía del hogar.

Para evitar el consumo en stand by, debemos desactivar de la red todos los electrodomésticos como la televisión, ordenadores o cargadores del móvil. Si se va pasar fuera una larga temporada, conviene acudir al contador y desconectar todos los electrodomésticos que no tengan que tener un funcionamiento continuo. Incluso se puede aprovechar para vaciar la nevera, la mayor consumidora entre los electrodomésticos del hogar, y así poder desenchufarla también.

Uso de ventiladores y control del aire acondicionado

El aire acondicionado es uno de los electrodomésticos que más eleva la factura eléctrica durante el verano. Gana Energía recomienda priorizar el uso de ventiladores de techo o pie para generar corrientes de aire y refrescar la casa de forma más sostenible reduciendo el gasto de energía hasta en un 90 %.

En los casos en que sea necesario utilizar el aire acondicionado, se deben tener en cuenta recomendaciones como situarlo en un lugar con sombra y ventilado, regular la temperatura idónea entre los 24 ºC y los 26 ºC y utilizar el modo ECO.

Por último, es importante hacer un buen mantenimiento del aparato mediante la sustitución de filtros cada cambio de estación para evitar que el polvo y la suciedad obstruyan los conductos. Esto ayudará a que la calidad del aire sea óptima y el precio de la factura sea menor.

Luz natural y ventilación

Aprovechando que en verano los días son más largos, se puede reducir el consumo de la luz artificial.

Además, medidas como ventilar la casa en las horas de menor temperatura, como las primeras horas de la mañana o durante la noche o aislar puertas, ventanas y suelos de la casa, bajar las persianas y cortinas durante las horas más calurosas del día o instalar toldos en las ventanas, ayudan a crear una temperatura más agradable en el interior y a un ahorro en la factura a final de mes.

Escoger la tarifa de luz adecuada

Estas recomendaciones pueden ayudar al consumidor a reducir el uso de energía, pero no debemos olvidar que el mayor ahorro se encuentra en elegir una tarifa de luz que se adapte al consumo eléctrico y a las necesidades del usuario durante todo el año.

En primer lugar, cabe recordar que no es necesario contratar la misma tarifa en todas las casas, ya que no se da el mismo uso a la segunda residencia que a la vivienda habitual.

Muchas personas desconocen que una de las maneras de optimizar la factura de la luz es ajustar la potencia eléctrica contratada. La forma más sencilla para saber si se tiene contratada la potencia adecuada es conectar todos los electrodomésticos a la vez y comprobar si saltan o no los plomos. Si aún teniendo todo conectado no saltan, es porque se tiene más potencia eléctrica contratada de la que realmente se necesita.

Por último, se debe tener en cuenta que algunos contratos llevan incluidos servicios adicionales, como el mantenimiento o el seguro de pago, de los que se puede prescindir en una segunda vivienda y que encarecen la factura. En el caso de Gana Energía, no incluye en sus tarifas este tipo de conceptos, ya que rara vez son utilizados y les permite ofrecer un precio más bajo.

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Redacción TICPymes

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