Se espera que el número de ofertas de salud conectada aprobadas crezca un 40% en los próximos cinco años, dado su gran potencial para aumentar la participación y compromiso de los pacientes, las nuevas posibilidades de tratamiento y el diagnóstico, y la detección temprana de enfermedades. Sin embargo, solo el 16% de las empresas sanitarias está probando o ha aprobado productos de salud conectada en el mercado. El desarrollo general de la salud conectada para la mayoría de las organizaciones es sólo “emergente”. Así se desprende del último informe del Instituto de Investigación Capgemini, Unlocking the Value in Connected Health, en el que se detallan las principales áreas terapéuticas en las que la salud conectada podría reportar importantes beneficios a los pacientes, así como los obstáculos que deben superar las organizaciones sanitarias para conseguirlos.
Según el informe, las principales áreas terapéuticas para los futuros productos sanitarios conectados en los próximos cinco años incluyen enfermedades relacionadas con la neurociencia, como la esclerosis múltiple, el Alzheimer y la epilepsia, seguidas de enfermedades raras y la inmunología. Para conseguirlo, más del 50% de las organizaciones sanitarias tiene previsto desarrollar casos de uso en los próximos cinco años para la monitorización remota de pacientes, aplicaciones de biomarcadores digitales (por ejemplo, biosensores portátiles), diagnósticos predictivos y medicina preventiva con Inteligencia Artificial.
Sin embargo, el sector está todavía muy lejos de realizar este tipo de casos de uso, y sólo una cuarta parte de las organizaciones sanitarias encuestadas ha avanzado en áreas clave de la salud conectada como el diseño de productos o la estrategia de desarrollo de estos. La investigación también encontró que menos de un tercio de las organizaciones tiene las capacidades digitales, tecnológicas y de colaboración necesarias para llevar a cabo las iniciativas de salud conectada con éxito. Por ejemplo, solo una cuarta parte utiliza la Inteligencia Artificial para realizar análisis predictivos sobre los datos en tiempo real de los productos sanitarios conectados. Menos aún (21%) tiene un Centro de Excelencia para impulsar la innovación, las sinergias y las mejores prácticas en sus ofertas de salud conectada.
En palabras de Olivier Zitoun, Responsable Global del sector Sanidad en Capgemini: “La realidad es que en la actualidad existe una gran demanda y una oportunidad de mejorar los resultados de los pacientes, además de una serie de tecnologías que nos aportan la posibilidad de revolucionar las vías de tratamiento y las interacciones de los pacientes con los proveedores de atención médica. Para aprovechar los beneficios de las tecnologías de salud digital, las organizaciones tendrán que abordar las brechas de habilidades, la tecnología y la estructura con el fin de generar una oferta de productos de salud conectada expansible, personalizada e integrada. Las organizaciones sanitarias más grandes muestran signos de madurez más prometedores, pero con las grandes entidades tecnológicas que también tienen en cuenta el potencial, el mercado en su conjunto debe avanzar al mismo ritmo”.
Las organizaciones que se encuentran más avanzadas en materia de salud conectada, y que por lo tanto han superado la fase de estrategia, son en su gran mayoría las grandes empresas. Casi la mitad de las organizaciones sanitarias con más de 20.000 millones de dólares de ingresos afirma haber alcanzado la madurez en la estrategia de desarrollo de productos y planificación de estos, en comparación con solo el 17% de las empresas con menos de 1.000 millones de dólares.
Las razones que explican esta discrepancia son múltiples, pero en gran medida se reducen a la mayor capacidad de las empresas más grandes para superar los dos principales retos del desarrollo y la ampliación de la salud conectada: las vulnerabilidades de seguridad y la aprobación reglamentaria.
Según el informe, las organizaciones sanitarias más pequeñas están tomando medidas para ponerse al día, y las razones de su falta de madurez podrían deberse a una discrepancia en la percepción entre los ejecutivos de tecnología y de negocios de las habilidades disponibles en la empresa. Por ejemplo, cerca de la mitad de los que desempeñan funciones empresariales cree que la empresa de salud conectada tiene las competencias adecuadas en materia de realidad aumentada y virtual, mientras que sólo el 20% del personal técnico está de acuerdo. La realidad aumentada/virtual, el pensamiento sistémico y la interoperabilidad, la ingeniería y el diseño centrado en el ser humano son las principales habilidades técnicas con mayor escasez.
Para aumentar el avance en el implementación de la salud conectada y acelerar el desarrollo de los casos de uso, Capgemini ha identificado seis áreas de enfoque críticas:
– Definir una estrategia comercial de salud conectada alineada con los planes de portfolio de productos establecidos.
– Diseñar productos de salud conectada para impulsar un valor y unos resultados medibles.
– Construir un ecosistema de datos que promueva el intercambio de datos y la interoperabilidad dentro y fuera de la organización.
– Mejorar el talento en datos, ciencia del comportamiento y desarrollo ágil.
– Centralizar la gobernanza, el modelo operativo y las estructuras financieras de la salud conectada para impulsar el crecimiento y la coordinación normativa.
– Construir un ecosistema de salud conectada que proporcione una estructura y unos límites, pero que también adopte innovaciones abiertas.