Los europeos dudan de la robótica aplicada en cirugía

La robótica en el campo de la medicina permite la reducción de riesgos y errores y tiene unos tiempos de recuperación más cortos y costos financieros más bajos. La UOC analiza los factores que influyen en la percepción de las personas sobre su utilización en las intervenciones quirúrgicas.

Publicado el 02 Feb 2022

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La implementación de la robótica en los diferentes aspectos de la vida es cada día más habitual, pero aún genera opiniones contrapuestas. A priori, factores y argumentos positivos como la innovación, la eficacia, la precisión y la reducción de costes no han sido capaces de derribar las connotaciones y los aspectos negativos contrarios, como son la eliminación de puestos de trabajo, la inversión, las dificultades de implantación o la formación necesaria para su utilización, unas controversias que se acentúan todavía más en el ámbito de la salud, reflejo de esta tendencia social de opiniones contrapuestas.

Para conocer la percepción de la ciudadanía europea sobre la utilización de la robótica en las intervenciones quirúrgicas médicas, un equipo de investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha analizado las principales motivaciones de las personas y su confianza en este tipo de dispositivos. “Pretendemos aportar nuevas pruebas desde la perspectiva social, de los pacientes y ciudadanos, ya que en algún momento podrían ser instados a recibir una intervención quirúrgica con la utilización de robots”, detalla el profesor Joan Torrent Sellens, catedrático de los Estudios de Economía y Empresa e investigador principal del grupo i2TIC de la UOC y coautor de esta investigación junto con los docentes de la UOC Ana Jiménez Zarco y Francesc Saigí Rubió.

Tras un análisis de las opiniones de unas 28.000 personas de los 28 países de la Unión Europea, los resultados de este trabajo muestran un panorama general de motivaciones basado en la desconfianza hacia la RAS o robótica aplicada en cirugía. Únicamente la experiencia previa en el uso de robots y la percepción de la facilidad en su uso son los factores que impulsan la confianza en este tipo de técnicas y dispositivos. “También hemos constatado que, a medida que aumenta la experiencia en uso de robots, los antecedentes de confianza relacionados con la información, la actitud y la percepción de la RAS se vuelven más negativos”, explica este experto.

El análisis de los datos muestra que los argumentos tras las motivaciones que generan desconfianza en este tipo de dispositivos no tienen un perfil homogéneo. Es más, la experiencia desempeña un papel determinante. “Nuestra investigación pone de relieve que la ciudadanía tiene en cuenta cuestiones racionales, como la experiencia previa en el uso de robots o la facilidad percibida de su uso, en sus valoraciones de confianza, apunta este experto. Por ejemplo, el efecto de la experiencia sobre la confianza en la RAS es mayor entre los hombres, las personas entre 40 y 54 años y aquellos con mayor nivel educativo.

Del mismo modo, aspectos como las informaciones generales sobre la robótica o el estado general de opinión, normalmente negativo, sobre sus efectos en el contexto laboral son elementos de valoración más emocional que también influyen en esta percepción de la robótica en la cirugía.

Igualmente, muchos ciudadanos europeos se han mostrado reticentes al uso de la RAS, ya que, a su juicio, supone disponer de unas habilidades y formación novedosas tanto por parte de los profesionales sanitarios como por parte de las instituciones que adopten estas nuevas tecnologías, Unas circunstancias que generan ciertas dudas en la sociedad. “La cuestión principal es trabajar las motivaciones de esta confianza para que las valoraciones y los efectos positivos ya detectados por los profesionales de la salud se extiendan a la ciudadanía. De todo el cambio en profundidad que la irrupción de la e-health y la telemedicina están generando en las prácticas asistenciales, la opinión del paciente es fundamental”, explica el investigador de la UOC.

Ventajas de la robótica: reducción de los riesgos y del tiempo de recuperación

El uso de la robótica en la sociedad es cada vez más frecuente, y su implementación en el ámbito sanitario está siendo más rápida que en otros sectores. Es más, el uso de robots en cirugía (robot-assisted surgery, RAS por sus siglas en inglés) ofrece múltiples ventajas, ya que ofrecen técnicas y posibilidades mínimamente invasivas capaces de ayudar a los cirujanos con procedimientos quirúrgicos complicados.

Hasta ahora, las investigaciones sociales han puesto de relieve las ventajas que la RAS proporciona para los profesionales de la salud, como la reducción de riesgos y errores, los tiempos de recuperación más cortos o los costos financieros más bajos. Sin embargo, la evidencia disponible desde la perspectiva social es escasa. “Nuestro trabajo aporta una de las primeras muestras en el ámbito europeo, lo que sugiere posicionamientos sobre la RAS que van más allá de los usos particulares, culturas o idiosincrasias por países”, recalca Torrent Sellens.

Políticas de salud para impulsar la confianza de la ciudadanía

Ante las dudas y desconfianza que tiene la ciudadanía europea, los autores señalan que es crucial establecer una estrategia de robótica que esté alineada con los objetivos del sector y sus grupos de interés. “Sin una estrategia alineada con el paciente, es probable que cualquier iniciativa de robotización permanezca en las etapas piloto”, apunta Torrent Sellens. Con ello, al conocer las razones por las que las personas confían o desconfían de los robots en el ámbito sanitario, se pueden desarrollar políticas sanitarias más efectivas.

De este modo, los resultados de este tipo de investigaciones son de gran utilidad, ya que permiten implementar y diseñar unas estrategias políticas públicas en salud con criterios objetivos. En concreto, este trabajo muestra diferentes medidas dedicadas a impulsar la confianza de la robótica en medicina de cara a la percepción de los pacientes. “En la gestión de las tecnologías de la salud, como en todos los otros aspectos de la vida, las externalidades —los efectos no intencionados de una decisión sobre otros aspectos vinculados con esta decisión— importan. Por ello, trabajar la confianza en la RAS por parte de los ciudadanos es totalmente coherente con la idea del paciente empoderado a través de la e-health“.

De hecho, los resultados indican que no crear un marco de seguridad y confianza para con la ciudadanía podría frenar la implantación de futuros desarrollos tecnológicos. Por ejemplo, en el caso de los conocidos como robots sociales destinados al cuidado de la salud de las personas, la opinión del paciente es imprescindible para su implementación y proliferación.

“Es cierto que la opinión de los profesionales en relación con la utilidad de la RAS es primordial de cara al diseño de estrategias y políticas para su implantación. Pero, al mismo tiempo, no es menos cierto que avanzar en estas políticas en un contexto de confianza o desconfianza por parte de la ciudadanía no es lo mismo”, concluye Torrent Sellens, quien recuerda que la conexión entre la robótica y otras muchas tecnologías digitales aplicadas en salud “no ha hecho más que empezar, de manera que sus combinaciones para la práctica asistencial tienen infinidad de aplicaciones”.

Este estudio favorece los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 3, de salud y bienestar, y 9, sobre industria, innovación e infraestructura.

El grupo de investigación i2TIC está vinculado al eHealth Center de la UOC, un centro académico abierto al mundo que quiere capacitar y empoderar al ciudadano y a los profesionales mediante las tecnologías para que lideren el cambio de paradigma en salud.

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Redacción TICPymes

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