Llevamos dos años de pandemia y todavía parece quedar mucho. La ansiada nueva normalidad continúa diseñándose condicionada por las curvas de propagación del virus de la Covid-19. Ante esta última y repentina ola de contagios, el trabajo a distancia ha sido retomado por las mismas empresas que en septiembre se atrevieron a devolver a sus empleados a las oficinas. Para unos y otros, tras un largo año de cambios y una ampliación de su actividad virtual, vuelve a ser conveniente recordar cómo afrontar el nuevo año con las mejores prácticas para evitar el agotamiento digital – burnout- que crece, sobre todo, entre los nuevos teletrabajadores, menos habituados a enfrentarse y convivir con esta realidad profesional virtual.
Distintos estudios confirman esta tendencia. Uno de ellos, elaborado por de la escuela de negocios EADA, asegura que más de la mitad de los teletrabajadores, el 52% del total, sufriría estos signos de cansancio mental causado por las continuas actividades virtuales. Otra investigación, esta vez realizada por la Universidad norteamericana de Standford, incide en el hecho de que son las mujeres quienes más se ven afectadas por la fatiga digital, en parte por el estrés que le suponen las videoconferencias.
Por ello, además de aprovechar estos días de vacaciones para recuperar energías, “también podemos utilizarlo para reflexionar y establecer una guía de hábitos que nos ayudarán a evitar el agotamiento digital en adelante. Las herramientas tecnológicas que avisan a los empleados para hacer pequeños descansos o del final de su jornada, permiten garantizar el bienestar y la salud de los trabajadores“, aconseja Joan Pons, CEO de Workmeter, empresa especializada en el desarrollo de soluciones de software para la medición del desempeño y de la productividad.
Ir paso a paso, fijando un par de cambios cada mes, es la manera en la que los expertos en gestión del cambio y en recursos humanos aconsejan llevar a cabo para evitar este “burnout”. Dos buenos hábitos relacionados con el descanso los que estrenarse en 2022 son:
1) Introducir micropausas.
Esta técnica triunfa en todo el mundo porque es sencilla, fácil de aplicar y está al alcance de todos los profesionales que trabajan a distancia. Además, se ha comprobado que aumenta la productividad. Las micropausas son pequeños descansos de apenas cinco minutos que se intercalan durante la jornada laboral cuando el trabajador sienta necesitarla. Esta práctica se engloba dentro de una imprescindible política laboral de cuidado de los empleados cada vez más implantada por las empresas y en la que son los trabajadores los que aprenden a gestionar su propio tiempo de trabajo y de ocio. Un modelo viable únicamente si se cuenta con herramientas tecnológicas adecuadas para la gestión el trabajo y de los empleados, un software que avise al trabajador de sus pausas establecidas, de sus descansos más largos, del final de su jornada de trabajo, de la progresión de sus proyectos y de la actividad de su equipo, que le permita sincronizarse y trabajar por su cuenta.
Joan Pons, CEO de Workmeter, subraya que “en esta modalidad, las organizaciones deben ofrecer libertad a sus colaboradores para que estos adapten sus descansos a sus necesidades y ritmos de trabajo. Pausas de cinco minutos para tomar el aire, meditar, estirar músculos o dar un breve paseo son acciones que devuelven al profesional más enérgico y concentrado a su tarea”. Según otro estudio reciente de la Universidad de Carolina del Norte, los empleados que hacen micropausas están más concentrados en su trabajo, son más resolutivos y productivos, reducen su estrés, aumentan el bienestar y la conexión con el trabajo y contribuyen a evitar lesiones comunes en la oficina y malestar.
2) Mejorar el descanso nocturno y respetar la desconexión digital.
?Para obtener un resultado óptimo hay que completar la técnica anterior con un adecuado descanso nocturno y una correcta y programada desconexión digital que permitirán al trabajador volver a su puesto en perfectas condiciones para concentrarse en sus tareas y dar el máximo.
Las organizaciones están redefiniendo la productividad, no hay futuro para el presentismo, no es rentable para nadie. El teletrabajo es imparable y crece, y necesita de herramientas tecnológicas adecuadas para poder gestionar los flujos de trabajo y las personas que los llevan a cabo.