La pandemia y situación social derivada ha puesto en relieve la importancia que la salud mental tiene para la población. De hecho, hace unos meses la OMS alertaba por el aumento de problemas de salud mental tras la pandemia y advertía que la población mundial se debía preparar para varios años de traumas colectivos. La salud mental ha ganado protagonismo en el último año y es que según el Estudio Sanitas bienestar emocional, un tercio de los españoles afirma que la situación provocada por la pandemia ha afectado de forma directa a su salud emocional.
Todo ello se refleja en el aumento exponencial de las consultas de psicología. En Sanitas, las videoconsultas con estos profesionales se han multiplicado por 22 entre enero y agosto de 2021 respecto al mismo periodo de 2019, han pasado de 2.123 a 47.129 consultas digitales. Si la comparación con 2020 se detecta un aumento del 62%. Lo mismo ocurre en las consultas presenciales donde se ha registrado un aumento del 30% entre 2020 y 2021.
“Desde que estalló la pandemia hemos detectado una mayor preocupación por la salud mental en la población. Los casos de ansiedad, depresión o cansancio emocional han aumentado en el último año, pero, además, detectamos que las personas acuden antes a consulta, y que hay una mayor concienciación por el bienestar emocional y eso es importante. De hecho, debemos recordar que la salud mental es un factor de riesgo de otras enfermedades y hay que incidir en ello. No cuidar la salud mental está relacionado con la aparición de otras enfermedades orgánicas, como enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales, dermatológicas, etc.” explica María García Salinas, psicóloga de bluaU de Sanitas.
Importancia del bienestar emocional para la población
“La situación vivida ha provocado que la sociedad ponga sobre la mesa la importancia del bienestar emocional y el cuidado de la salud mental. De hecho, ya son siete de cada diez españoles los que consideran igual de importante cuidar de la salud mental del mismo modo que el resto de la salud, y es destacable que dos de cada diez creen que es más importante el bienestar emocional, pues influye en la salud general y requiere de cuidado profesional cuando es necesario”, explica Soraya Bajat, jefa de servicio de Salud Mental de Hospital Sanitas La Moraleja y Psicología del Hospital Sanitas La Zarzuela.
Los signos de ansiedad, depresión y cansancio han aumentado en el último año y medio derivados de la situación vivida y el confinamiento. De hecho, un 52% considera que se encuentra más triste y/o apático por haber disminuido las relaciones sociales y un 37% de los españoles sufrió sensación de angustia e incertidumbre, especialmente las mujeres y los jóvenes de edades entre 25 y 35 años.
“En la salud mental al igual que ocurre con la salud física y las enfermedades orgánicas, la prevención es esencial, así como la detección precoz, pues cuanto antes detectemos síntomas de depresión, ansiedad, estrés, o relacionados con cualquier otra patología, mayor será la probabilidad de éxito de la intervención, y menor será el impacto de los síntomas. Debemos incidir en acudir a un profesional de la salud mental en cuanto detectemos situaciones que no sabemos cómo manejar, para normalizar no solo el hecho de acudir al psicólogo o el psiquiatra, sino el hecho de experimentar problemas mentales o simplemente dificultades emocionales que nos resultan difíciles de manejar, y entender todo ello como una parte más del concepto de salud. Necesitamos facilitar, normalizar y desestigmatizar la salud mental de las personas”, explica García Salinas.
“Todos hemos pasado miedo durante la pandemia: a la enfermedad, a la muerte propia o de personas que queremos, a perder el trabajo, a poner nuestra vida en suspenso. Además, el aislamiento de los confinamientos ha puesto muy de relieve la soledad de muchas personas. Todos estos miedos se han traducido en ansiedad, estados irritables y, sobre todo, tristeza. Sentimos que, en parte, hemos perdido el control de nuestras vidas y esto ha conducido a muchas personas a un malestar emocional muy difícil de gestionar. La clave es ayudar a las personas que recurren a nosotros para que puedan contar con instrumentos para resolver los restos de cada día, sin anticiparse a problemas futuros”, ha concluido Bajat.