La transformación digital es un hecho. E inevitable para cualquier compañía. También para la Administración Pública, que en los últimos años está desarrollando múltiples proyectos para adaptarse a la nueva era, cada vez más avanzada y en auge. De hecho, la actualización es constante, ya que la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso.
Esa es la razón por la que constantemente se abren concursos públicos para las empresas de telecomunicaciones y del sector TIC. De hecho, la COVID-19 no ha paralizado la inversión en estos sectores. Desde marzo a mayo de 2020 sí se sufrió un descenso en el número de concursos convocados y en su presupuesto. No obstante, en los siguientes meses se vivió una clara recuperación, con cifras muy similares al 2019. E inmersos en ese auge, estamos hoy por hoy.
Basta acudir a los datos para comprobarlo. En 2019, con respecto a los mencionados sectores, se convocaron 17.522 licitaciones por un importe de 7.929 millones de euros. El año siguiente, pese al fatídico citado trimestre del confinamiento, se publicaron 16.873 licitaciones, por un valor de 7.917 millones de euros. Es decir, niveles muy parejos pese a la crueldad de la crisis.
El mes de noviembre, de hecho, resultó ser especialmente suculento, pues se alcanzó un acuerdo marco para la contratación de los suministros de ordenadores de mesa, ordenadores portátiles, monitores y otras soluciones de puesto de trabajo por 567 millones de euros.
Actualmente permanecen activos más de 720 concursos en plazo de presentación de ofertas por un importe superior a los 770 millones de euros. Por si fuera poco, a corto plazo, la previsión es que desde febrero hasta mayo se convoquen otras 1.546 licitaciones públicas, que llevarán aparejadas un importe de 958 millones de euros.
Al mismo tiempo, las circunstancias externas como los cambios en la regulación gracias a la nueva Ley de contratos del sector público han allanado el camino y hecho más atractivo el contacto con la Administración. Qué duda cabe que es optar a los concursos públicos es una oportunidad idónea para expandir el negocio.
Por eso, además de estar al tanto de los concursos de se ofertan, resulta indispensable contar con herramientas que agilicen la búsqueda de aquellas que son más interesantes para la empresa, en las que sus fortalezas la sitúan en una posición ventajosa y, en definitiva, adelantarse a la competencia. El avance tecnológico del Business Intelligence y su evolución en cuanto a registro e interpretación de datos, convierten a la inteligencia comercial en el aliado imprescindible para esta tarea. Además de multiplicar las opciones de éxito, optimiza tiempo y recursos.
Permite, entre otros beneficios, buscar en los pliegos, con pocos clics, aquellos concursos donde mi oferta de servicios y/o productos tienen cabida. Por ejemplo, una empresa que ofrezca soluciones de gestión de sistemas teleasistencia podría ver si en el pliego de requisitos para la gestión de una residencia o un colegio se solicitan “servicios cloud”, porque gracias a la división por lotes podría ser una oportunidad de negocio. O una empresa de integración de CRM estará interesada en conocer las marcas o versiones prescritas en las memorias técnicas sin tener que consultar todos los pliegos. Detectar las administraciones publicas prescriptores de servicios de Blockchain, inteligencia artificial, de robotización… puede ser costoso en términos de lectura de memorias.
Esta selección inteligente de datos puede completarse con un servicio de alertas para conocer la fecha de vencimiento de contratos y poder prever antes que nadie la apertura de un nuevo concurso. Por ejemplo, saber que una concesión para suministrar equipamiento informático o para gestionar las telecomunicaciones de un ayuntamiento está a punto de terminar y no se permite su renovación alerta a la empresa de un posible negocio, así como, por ejemplo, la identificación de obras públicas nuevas o reformas de residencias para la tercera edad puede derivar en la puesta en marcha de una licitación para servicios de teleasistencia. Como se ve, las señales de negocio en el sector público son múltiples y variadas.
Las nuevas herramientas de Business Intelligence para el sector público garantizan que la información es veraz y está actualizada, permitiendo complementarlos con servicios de asesoría y consultoría, más allá de la entrega de la mera información.
Con todo esto, las oportunidades de negocio para cualquier empresa, independientemente de su tamaño, se multiplican exponencialmente. Gracias a esta nueva tecnología, cualquier compañía puede contar con una potente herramienta para generar negocio con nuevos clientes. Entre ellos, uno muy poderoso: la Administración Pública.