Zebra Technologies Corporation, empresa con soluciones que permiten a los negocios mejorar su rendimiento, señala que, aunque hospitales, clínicas y ambulatorios de todo el mundo llevan décadas esforzándose por digitalizar y automatizar por completo sus procesos, la pandemia ha hecho que se acelere su transformación digital.
La gran mayoría de los centros de salud ha hecho ya progresos significativos y está sacando un mayor provecho de la tecnología, pero la velocidad a la que se necesita el cambio sigue superando la velocidad a la que se está produciendo.
“La tecnología necesaria ya está disponible y puede instalarse ahora mismo, produciendo un impacto inmediato en muchos procesos sanitarios. Las tecnologías móviles se han ido desplegando en un tiempo récord para mejorar las tareas de admisión y diagnóstico de pacientes, mitigar la escasez de suministros y fundamentar las decisiones sobre mejores tratamientos, abordando algunos de los problemas sistémicos agravados por la COVID-19“, explica Wayne Miller, director de EMEA Healthcare en Zebra Technologies.
Entre las diferentes aplicaciones de la tecnología que ya estamos viendo en la comunidad sanitaria destacan las siguientes:
- Administración de vacunas y productos farmacéuticos. Profesionales y pacientes de todo el mundo están preocupados por el mantenimiento de la cadena de frío durante las campañas masivas de distribución de vacunas COVID-19. Este reto es extensivo a casi todas las vacunas y una gran variedad de productos farmacéuticos, que son normalmente sensibles a la temperatura. Por ello, las mejores prácticas recomiendan disponer de varios niveles de tecnologías de control de la temperatura, en función de si los activos se transportan en palés o neveras y se almacenan en frigoríficos, congeladores o salas de temperatura controlada. Los métodos de información manual sólo pueden captar la temperatura de un artículo en un momento determinado y no hay forma de saber si se produjo alguna alteración durante todo el proceso. De ahí la importancia de contar con registradores electrónicos de datos que puedan controlar continuamente la temperatura ambiental y alertar sobre posibles cambios. Incluso se pueden poner etiquetas de detección de temperatura en los propios viales para que los que administran la medicación sepan si se ha mantenido la temperatura adecuada hasta el mismo momento de la inyección.
- Gestión de personal. Es fundamental dotar a los profesionales con ordenadores móviles clínicos que les ayuden a comunicarse en tiempo real con otros compañeros a través de mensajes de texto, voz u otras herramientas de intercambio de datos. Esto es una forma de fomentar la colaboración e, indirectamente, “ampliar” la plantilla sin tener que contratar más personal o sobrecargar de trabajo a los sanitarios de servicio. Los dispositivos móviles clínicos también permiten acceder a los historiales de los pacientes mientras se les atiende, pudiendo actualizarlos en tiempo real sin necesidad de desplazarse a un puesto de enfermería.
- Gestión de pacientes. La entrega de pulseras con código de barras en el momento del ingreso garantiza una identificación positiva de los pacientes durante la administración de la medicación y el tratamiento. También puede ayudar a localizar al enfermo tras los traslados, escaneándola con un ordenador portátil para actualizar automáticamente su ubicación actual. También se pueden colocar en la pulsera etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) o implementarse otros tipos de tecnologías de monitorización remota, como los termómetros IoT que alertan al personal si hay cambios y minimizan el contacto directo con los pacientes en los controles rutinarios.
- Gestión de laboratorios. Las etiquetas con códigos de barras o RFID deben colocarse en cada contenedor de muestras para ayudar a su identificación y seguimiento. Además, el uso de impresoras móviles (que estén sincronizadas con los ordenadores móviles clínicos) puede ayudar a escanear las pulseras de los pacientes, recuperar o rellenar los datos necesarios o incluso confirmar quién manipuló qué y cuándo. Una vez que el técnico de laboratorio escanea el código de barras para recuperar el registro de un paciente e informar de los resultados de las pruebas, se pueden enviar notificaciones a los sanitarios que le tratan para que tomen las medidas necesarias.
- Gestión de inventarios. La gestión del inventario es desde hace tiempo un problema que resulta más fácil de resolver con las etiquetas adecuadas y las tecnologías de seguimiento de la ubicación, como los lectores RFID y los dispositivos de lectura de códigos de barras. Si el personal sanitario escanea el envase cada vez que utiliza un artículo (ya sea una mascarilla, un vial de sangre, un dispositivo médico o un medicamento) e introduce la cantidad utilizada, el sistema de gestión de inventario mejorará drásticamente. Estas mismas tecnologías pueden utilizarse también para informar de los artículos que están a punto de caducar o cumplir con los requisitos legales de información, como la Directiva de Medicamentos Falsificados de la Unión Europea.
- Gestión de la cadena de suministro. El hecho de que el personal escanee los artículos cada vez que se utilizan también permite que los sistemas de conciliación de inventarios avisen a los equipos de compras cuando los suministros se están agotando y activen una orden de reabastecimiento automático. Esta información también puede ayudar a identificar el exceso de existencias y minimizar las compras innecesarias. Al mismo tiempo, la implantación de herramientas de seguimiento y localización basadas en tecnologías RTLS, códigos de barras o incluso blockchain en toda la cadena de suministro ayudará a confirmar el estado de un pedido en tiempo real o avisar de posibles retrasos en la producción o la entrega.
