Pese a que apenas unas horas antes el comité de crisis de la feria decidió ganar tiempo hasta el viernes, para realizar su último dictamen, la realidad pesó demasiado y la GSMA (con la Fira) se ha inclinado finalmente por cancelar la edición del WMC que ya estaba tocada de muerte. Recordemos que hoy se han unido a la marcha Orange, Vodafone y Western Digital, auténticos pesos pesados, tras el rosario de otras firmas de gran calado como Cisco, ATT o Ericsson.
La gravedad del coronavirus y una probable aparición del mismo en un evento que reúne a más de 100.000 profesionales, con un altísimo porcentaje asiático, ha pesado en los temores de muchas compañías (casi 50) que, en un efecto dominó, han ido comunicando su renuncia, apelando en muchos casos a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Los factores económicos han pasado, al parecer, a un segundo plano y ha sido, John Hoffman, cabeza visible de GSMA quien ha comunicado a Bloomberg que “la preocupación por garantizar los traslados y otras circunstancias, hacen que sea imposible que GSMA celebre el evento”.
A pesar de que el impacto económico contra los organizadores era un argumento que pululaba en los círculos periodísticos como relevante para que la feria siguiera adelante, ahora ha transcendido que las indemnizaciones que tendrá que acometer la GSMA ascienden a unos 400 millones. El sector hotelero también ha sido otra víctima de la cancelación, pues se estima que va a perder unos 50 millones de euros.
Pero no todo es negativo. Los organizadores han prometido trabajar para que el WMC siga adelante en Barcelona y van a trabajar para que la próxima edición tenga todas las garantías para el éxito.