El director general de La Fundación Espriu, Carlos Zarco, ha afirmado que “las cooperativas de salud constituyen unmodelo de gestión sanitaria con una clara vocación de servicio a favor de los derechos de los pacientes, al situar siempre en el centro de su actividad el bienestar de las personas”.
Coincidiendo con el Día Europeo de los Derechos de los Pacientes, el director de la segunda red de cooperativas sanitarias del mundo ha señalado el papel de las cooperativas sanitarias en la defensa de los derechos de los pacientes puesto que “defienden una ‘medicina social’ basada en el diálogo constante entre médico y paciente, lo que le otorga a este último poder de decisión, a diferencia de otros modelos de gestión sanitaria”.
En concreto, hace referencia a los catorce derechos fundamentales recogidos en la Carta Europea de los Derechos de los Pacientes, publicada en 2002 por la Red de Ciudadanía Activa (Active Citizenship Network) para velar por el cumplimiento de los siguientes derechos: derecho a medidas preventivas; al acceso; a la información; al consentimiento informado; a la libre elección; a la privacidad y la confidencialidad; al respeto del tiempo del paciente; al cumplimiento de unos estándares de calidad; a la seguridad; la innovación; a evitar el sufrimiento y el dolor innecesarios; a un tratamiento personalizado; a reclamar y derecho a recibir compensación.
Para el director de la Fundación Espriu, la naturaleza de las cooperativas hace de ellas un modelo alternativo de organización sanitaria donde la gestión se realiza de manera compartida y solidaria por profesionales y pacientes. A su juicio, “esta gestión compartida hace que prime la calidad asistencial y el bienestar del paciente”.
“Creado y compuesto por médicos, este modelo empresarial presenta una clara vocación de servicio al paciente, puesto que una de sus particularidades es que los beneficios obtenidos se reinvierten en nuevas tecnologías y la mejora de la calidad asistencial”, apunta.