Puede parecer un asunto menor, pero uno de los mejores indicadores de si una empresa se ha subido o no a la ola digital es la cantidad de papel que acumula en sus oficinas. Y es que, en un proceso de transformación digital, adoptar una gestión de documentación no analógica está lejos de ser una cuestión baladí e implica a muchos actores, algunos de ellos que escapan al control de la propia compañía. Esto bien lo saben los asistentes al executive lunch que organizó Computing en colaboración con la multinacional americana Kofax, una empresa de desarrollo de software que, desde hace un año, ha puesto el foco en la transformación digital de las empresas a través de la digitalización de documentos de back office y front office.
La industria farmacéutica, alimentaria e inmobiliaria, entre otras, tuvieron voz en un encuentro en el que la legislación y la tradición volvieron a destacar como las principales barreras al avance digital, aunque la primera sea “irremediablemente” más necesaria que la segunda. No obstante, los presentes confluyeron en que la parte comercial y de relación con el cliente es la que más rápido se está digitalizando, aunque también ha evolucionado mucho la emisión de facturas y la contratación de personal.
“Hay que empezar a digitalizar el proceso desde el momento en el que podamos influir en él y este no dependa de otros actores”
El balanceo del mundo físico y el digital es complicado, por este motivo, Emilio Tovar, Chief Information Officer de Telepizza, afirmó que se están centrando en “no crear nuevo papel, el antiguo ya lo iremos eliminando a me- dida que vaya cayendo en desuso”. Por su parte, Alejandro Expósito, Head of IT de Merck España, señaló que la digitalización -término que, según confesó, no le gusta utilizar porque “aunque ahora esté de moda, llevamos practicándola desde los años 80”– se puede atajar por dos caminos: mediante un proceso digital nativo o comenzando a introducir el elemento digital “cuando está en tu mano hacerlo”. Expósito puso el ejemplo de su caso propio, ya que “toda la información, las recetas, etc. que se reciben de los médicos es en papel, y en ese sentido no podemos influir, pero sí podemos empezar a hacer una gestión electrónica a partir del momento que ese documento llega a nuestras manos”. En caso contrario, “habría que presionar a partners y proveedores para que adopten un grado de digitalización parejo al de tu empresa”, concluyó.