Pymeleaks. No se los tome a broma. Casi la mitad de las compañías que conforman el tejido empresarial español (48%) admitieron el año pasado que los daños a la reputación corporativa constituyen el más grave problema derivado de una brecha de seguridad informática. Reparar su percepción pública puede ascender a 7.500 euros en el caso de las pequeñas y medianas empresas y de 185.000 en las grandes corporaciones.
Si atendemos a las conclusiones de un reciente informe de Kaspersky Lab, una organización sacudida por una fuga de datos sufre un daño a su reputación por segundo. Todo lo que hemos construido, toda relación de confianza entre nuestros usuarios, consumidores y partners se puede derrumbar en un instante. Si nuestros clientes pierden la confianza en nosotros incluso la bancarrota es un destino posible para nuestra pyme.
Si consideramos que cerca de un 14% de los consultados en el documento de Kaspersky Lab aseguran que el ataque informático a sus compañías acabó filtrada en los medios de comunicación, se evalúa su impacto en la reputación de la compañía en base a la inversión necesaria para salvaguardar de nuevo su percepción pública.
En este escenario, una de cada cinco compañías españolas (casi un 20%) se vio obligada a buscar ayuda a consultores externos de relaciones públicas.
Y es que una reputación dañada perjudica a cualquier negocio.
