Mantén a salvo tus aparatos tecnológicos

La ola de calor puede afectar al funcionamiento de los dispositivos. De hecho los smartphones, lo más utilizados, son los más vulnerables a las altas temperaturas.

Publicado el 14 Jul 2015

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Las altas temperaturas que se alcanzan estos días afectan a muchos aparatos tecnológicos, como móviles, tabletas o portátiles. Por eso, expertos de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, Toni Pérez y Josep Jorba, dan una serie de consejos que habría que tener en cuenta en medio de la actual oleada de calor.

1. No ser demasiado confiados
Así, a pesar de que los profesores recuerdan que estos tipos de aparatos soportan temperaturas más altas que las personas y que es más fácil que dejen de funcionar en invierno cuando se baja de cero grados que en verano, también advierten que es mejor no ser demasiado confiados, puesto que estos días pueden surgir numerosos problemas.

2. Lápices y discos duros aguantan
Estos aparatos están preparados para operar y estar almacenados a altas temperaturas. Las especificaciones en cuanto a la temperatura tanto de operación (rango dentro del que se puede funcionar) como de almacenamiento (rango dentro del que se puede guardar, sin funcionar, sin que se eche a perder) muestran que los lápices de memoria tienen una temperatura de operación entre 0 oC y 60 oC y de almacenamiento de -20 oC a 85 oC mientras que los discos duros tienen una temperatura de operación entre 0 oC y 60 oC y de almacenamiento de -40 oC a 70 oC. Esto implica que los sistemas de almacenamiento de los lápices de memoria y de los discos duros sean los más resistentes a las altas temperaturas. Con todo, los expertos piden que se tenga cuidado.

3. Los teléfonos inteligentes, los más vulnerables
Por su parte, la batería de los teléfonos inteligentes tiene que estar siempre entre 0 oC y 40 oC mientras que la de almacenamiento se sitúa entre -20 oC y 50 oC. En el caso de los iPhone, iPad, iPod y AppleWatch, sin embargo, la de operación está entre 0 oC y 35 oC y la de almacenamiento, entre -20 oC y 45 oC. Estos datos muestran, pues, que los teléfonos inteligentes son los más vulnerables, sobre todo los iPhone, que pueden dejar de funcionar con temperaturas fácilmente alcanzables en pleno verano mediterráneo.

4. No dejar nada dentro del coche
A pesar de que a menudo se cree imposible llegar a temperaturas extremas, estos expertos recuerdan que en el interior de los vehículos aparcados al sol la temperatura puede aumentar –en tan solo media hora y aunque se dejen las ventanas abiertas– hasta veinte grados y llegar a los 70 oC, tal como en 2005 demostraba un estudio de Pediatrics, revista de la Academia Americana de Pediatría, que alertaba de cómo las altas temperaturas en el interior de los coches podían afectar a los niños. Por eso advierten que no hay que dejar ningún aparato en el coche cuando está aparcado al sol, porque se podría superar la temperatura de almacenamiento.

5. Vigilar con las baterías
Las altas temperaturas también afectan a las baterías de los móviles, puesto que el calentamiento afecta directamente a sus propiedades, lo que provoca que rápidamente decaigan sus prestaciones. Y, contra lo que se pueda pensar, esto no siempre pasa en los móviles más antiguos, puesto que un estudio reciente que analizaba teléfonos de 6” y tabletas llegaba a la conclusión de que las baterías de los iPhone 6/6 Plus quedaban en la última posición. Por todo esto, los expertos de la UOC recomiendan usar los teléfonos inteligentes en zonas refrigeradas.

6. Sin carcasas, sin juegos Los expertos también aconsejan pequeñas medidas que pueden evitar problemas, como por ejemplo que estos días es mejor no utilizar las carcasas de los móviles puesto que en algunos casos, mientras el aparato funciona, no disipan bien el calor o hacen que este se sobrecaliente. Por otro lado, también hay algunas aplicaciones intensas, como es el caso de algunos juegos, que pueden comportar un calentamiento adicional para los dispositivos.

7. Sin problemas en la nube
Un caso aparte es la situación de empresas como Google, Facebook o de las aplicaciones Cloud (servicios en la nube), a las que el calor no afecta, porque sus principales centros de procesamiento de datos se encuentran en lugares donde las temperaturas son frescas. Concretamente, Facebook incluso ha construido centros de datos (lo que se conoce como datacenters) cerca del círculo polar ártico para evitar el sobrecalentamiento que podría romper los parámetros climáticos de estas instalaciones que almacenan centenares de miles de servidores interconectados para dar los servicios en la nube.

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Redacción TICPymes

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