Los indicadores de las empresas suman un nuevo actor: la felicidad. Debido a ello, cada vez son más las empresas que tienen en cuenta la medición de este estado de ánimo, pues la felicidad laboral potencia la productividad y la calidad de los servicios.
¿Medir la felicidad en el lugar de trabajo?
Los indicadores críticos de felicidad son extremadamente valiosos para diseñar un ecosistema laboral eficiente y equilibrado. Si los trabajadores de una organización son felices pueden cumplir con sus tareas de manera mucho más eficiente. Por ello, desde la consultora RR2 Smart Management, utilizan Flash Cloud, para medir la felicidad.
En el presente de las organizaciones ya toman relevancia aspectos humanos que contribuyen directamente al beneficio de la cuenta de resultados; conceptos como motivación, participación, implicación y sentimiento de la propiedad son valores intangibles apreciados en los equipos multidisciplinares de las organizaciones más avanzadas. Puede que en muchos casos marquen la diferencia entre el éxito y el ostracismo de las organizaciones, llegados a un nivel y condiciones similares de tecnología en empresas competidoras. “La felicidad es eficiente desde un punto de vista económico y productivo, porque al final son las personas y su contribución lo que puede llegar a provocar diferencias relativas de crecimiento superior”, manifiesta Rubén Rubio, manager especializado en indicadores que miden la felicidad.
Un equipo de personas motivado, más participativo y que siente suyo el proyecto y los objetivos definidos, es sin duda, un equipo de personas orgullosas de pertenecer a la organización y por tanto, felices de hacer lo que hacen para quién lo hacen. Es por todo esto, que las empresas necesitan herramientas para poder identificar y evaluar aquellos elementos que facilitan o que distorsionan su ecosistema de felicidad.
Los indicadores críticos de felicidad legitiman a la organización para diseñar políticas retributivas más flexibles, más eficientes y sobre todo mejor percibidas por las personas que las reciben. Son políticas retributivas de amplio espectro; no sólo basadas en retribución económica fija y variable en función del cumplimiento de objetivos sino que también contemplan otro tipo de retribuciones no económicas que potencian el compromiso, el vínculo y el reconocimiento a las personas que forman la organización.