Startup Academy ha celebrado un evento en el Centro de Innovación BBVA (CIBBVA) de Madrid en el que se ha debatido sobre las distintas opciones de financiación a la hora de emprender y donde ha destacado especialmente el llamado ‘bootstrapping’.
Según sus principales valedores, el bootstrapping es una alternativa “tan válida como cualquiera a la hora de emprender”. Cuando no es posible contar con la financiación adecuada o cuando no se cuenta con los recursos necesarios, algunos emprendedores optan por lanzar un negocio con los medios con los que cuentan. Según explicó durante el evento Mario López de Ávila, fundador de Agile Entrepeneurship Spain: “El bootstrapping podemos traducirlo como trampear”. Esto es, llegar al mercado y generar ingresos lo antes posible con el menor coste posible y aprovechándose de las situaciones coyunturales que les rodean. “Cortar de allí y de allá, ahorrar costes, ser autosuficiente, demostrar que podemos arrancar con los recursos estrictamente necesarios”, añadía.
López destaca en todo caso que “trampear” no significa hacer trampas o algo ilegal, sino simplemente utilizar al máximo los recursos disponibles al mínimo coste posible utilizando todas las posibilidades accesibles. Algunos de los consejos que dio: “No hay que dejar el trabajo por emprender hasta que el proyecto esté validado. Si hay que dormir 3 horas, se duerme 3 horas, pero dejar el trabajo en este momento es casi una locura”. En cuanto al desempleo, aconseja: “Si uno es despedido también se puede utilizar la técnica denominada INEMprender”, es decir, aprovechar los ingresos de la prestación por desempleo como fuente de ingresos. Y anima a presentarse a premios remunerados de empresas grandes, que ayuda en la cuenta corriente y a lograr recursos.
También señaló las ventajas de “ser descarado y atrevido, los trueques pueden ser una excelente forma de conseguir recursos sin demasiado dinero. El límite está en la creatividad y lo atrevidos que queramos ser”, concluye López.
Entre las ventajas del bootstrapping, los expertos señalan que, en tiempos de dificultad de acceso a la financiación como los actuales, no se depende de terceros, por lo que el endeudamiento de la empresa será mínimo. Sirve además para incentivar la cultura del ahorro, desarrollar la creatividad de sus promotores y aprender a ser autosuficientes desde el minuto uno.
Según este gurú del emprendimiento, la primera causa de fracaso de una startup es haber llevado a cabo un escalado prematuro. Es decir, haber recibido financiación profesional muy pronto, crecer muy rápido sin muchas veces saber cómo emplear el dinero, dónde invertir o dónde dirigir los pasos siguientes. “El bootstrapping no es una metodología, no hay teoría y no consta de unas herramientas determinadas. Es más bien una mentalidad que te lleva a usar solamente un instrumento financiero: un presupuesto operativo”. “Trampear”, insiste López de Ávila, “ayuda a crear mejores equipos, más fuertes y cohesionados. Evita gastos innecesarios, agudiza el ingenio y nos prepara a la hora de dar los siguientes pasos de forma más segura”.