5 tips para adaptar el teletrabajo al verano

El arranque del verano y cómo coordinar el trabajo a distancia es uno de los puntos que está generando más dudas en las compañías. ¿Qué límites deberían ponerse para no perder productividad? ¿Cómo mantenemos la motivación de los empleados/as?

Publicado el 05 Jul 2021

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El teletrabajo, trabajo a distancia o trabajo en remoto ha venido para quedarse en la mayoría de las empresas, sobre todo del sector servicios. La adaptación a este nuevo modelo en 2020 tuvo que ser rápida, por lo que, en muchos casos, las fórmulas todavía se están acabando de pulir y mejorar. El arranque del verano y cómo coordinar el trabajo a distancia es uno de los puntos que está generando más dudas en las compañías. ¿Qué límites deberían ponerse para no perder productividad? ¿Cómo mantenemos la motivación de los empleados/as para seguir consiguiendo objetivos esta época del año?

Desde Montaner&Asociados, empresa especializada en la gestión del cambio en las organizaciones, captación de talento y selección Onboardin, proponen 5 consejos para conseguir el equilibrio perfecto entre motivación y productividad en verano:

1. Generar sentido de confianza, confiando

Uno de los debates estos días es la viabilidad de que la gente pueda empezar a teletrabajar desde otras ubicaciones distintas a su hogar habitual. La reticencia que había hasta el momento hacia el teletrabajo, en muchos casos ya superada, reaparece ahora cuando se presentala posibilidad de trabajar desde una segunda residencia u otro lugar hasta ahora asociado a desconexión y/o vacaciones.

Si algo ha enseñado esta pandemia es a crear un vínculo de confianza todavía mayor entre empleados/as y responsables o gerentes. Esta confianza, al fin y al cabo, se basa en el sentido de responsabilidad y el cumplimiento de objetivos. Si hasta ahora esta relación ha sido fructífera (y el teletrabajo demuestra aportar múltiples beneficios tanto a empleados como a la empresa), quizá es momento de acabar con los tabúes y seguir consolidando esta confianza en estas nuevas circunstancias.

2. Trabajar por proyectos

Uno de los debates que empiezan a hacer ruido en distintas empresas es el aplicar o no metodologías que propicien el trabajo por proyectos. Para muchas es ya una realidad trabajar con Agile, SCRUM… pero no siempre se ha visto igual de aplicable en cualquier tipo de empresa o sector.

‘Trabajar por proyectos’ puede sonar muy sofisticado, pero se trata, al fin y al cabo, de dividir las responsabilidades en pequeñas tareas que puedan realizarse en cortos plazos de tiempo, con un coordinador responsable de su seguimiento. Esta forma de trabajar, relacionándolo también con la estacionalidad, podría ser un soporte organizativo y de garantía de resultados entre empleados/as, haciendo que lo importante fuese conseguir el objetivo de esa semana o mes, sin importar desde dónde se consiga.

3. Flexibilidad como sinónimo de productividad

Si el uso de las metodologías de trabajo que se mencionaban anteriormente no encaja con tu perfil de empresa, la flexibilidad es algo que sí puede aplicarse si hay voluntad.

Otorgar a los empleados/as la confianza necesaria para que ellos mismos se organicen su tiempo como quieran, no solo hará aumentar la motivación y el sentido de pertenencia en la empresa, sino que ayudará a reforzar la productividad. Evidentemente, para ello, debemos acompañar y ayudar al empleado/a marcando unas pautas y límites claros y fáciles de cumplir.

Quizá el verano es un buen momento para replantear que no solo se trata de ‘la ubicación’, sino de encontrar el equilibrio perfecto de cada uno/a para realizar sus tareas de la mejor forma posible. La flexibilidad, si los resultados la acompañan, debería ser el nuevo must para las empresas.

4. Sí a la conciliación

El teletrabajo ha aportado distintos beneficios, aunque uno de los más valorados es la conciliación. Poder solucionar y gestionar temas personales durante la jornada laboral ha sido una revelación. Y no solo durante la jornada laboral, como la recepción de un pedido a domicilio o el momento de poner una lavadora, sino en poder aprovechar también el tiempo que se invertía antes en transporte hacia el lugar de trabajo.

Apoyar y facilitar la conciliación es una garantía de éxito para cualquier empresa. Y es precisamente aquí, en la conciliación, donde se ve también necesaria la flexibilidad. En verano, familias con hijos, por ejemplo, verán truncadas sus rutinas laborales en casa. Pero no resultaría igual de estresante si teniendo en cuenta la mejor gestión para todos, cada uno puede decidir cuándo y cómo trabajar mientras siga aportando resultados.

5. Reuniones sí, pero con franja horaria

Algunas empresas en julio empiezan las jornadas reducidas, otras lo aplican algunos días o semanas concretas de agosto y hay algunas cuya jornada no se altera. Por ello, reorganizar las reuniones para que sean siempre a primera hora de la mañana, puede ayudar a aprovechar mejor el resto de la jornada. Sobre todo, teniendo en cuenta que clientes y proveedores pueden ver modificados también sus horarios y será necesaria tener la mañana despejada de tareas para poder comunicarse con ellos.

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Redacción TICPymes

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