En los últimos años, la sostenibilidad ha adquirido un gran peso en el mundo empresarial debido a la creciente preocupación de los consumidores por contribuir a la reducción del impacto negativo del ser humano en nuestro planeta.
De hecho, según el II Estudio impulsado por Marcas con Valores,el 60% de los españoles prefieren una marca que respete el medio ambiente, se preocupe por aspectos sociales cercanos o que cuiden a sus trabajadores. De esta forma, que una compañía sea sostenible o bien tiene un impacto directo en las ventas o en la capitalización bursátil.
Esta estrategia empresarial, por supuesto, camina de la mano con el departamento de marketing. Teniendo en cuenta el fuerte impacto que tienen estas políticas en la percepción de la marca, la sostenibilidad es una parte imprescindible a la que dar visibilidad mediante determinadas acciones o incluso como el eje central de la estrategia.
En este contexto ha surgido el Marketing verde, un enfoque centrado no solo en visibilizar toda aquella información relevante hacia el respeto del medio ambiente que realice la compañía, sino que en su propio desarrollo cumpla con criterios ecológicos.
En este sentido, para que la estrategia de Marketing verde funcione, es recomendable que la compañía sea consistente en su apuesta por la sostenibilidad. Y teniendo en cuenta que la sede y las oficinas son la cara visible de una compañía, no debe ser ajena a esta estrategia. Pero, ¿cómo pueden unas oficinas estar alineadas con una estrategia de Marketing verde? Desde el estudio de paisajismo Fernando Pozuelo Landscaping Studio han analizado las principales características que se deberían cumplir:
- Integrar espacios naturales: En los últimos años, un gran número de empresas han apostado por incluir espacios naturales dentro de sus instalaciones. De esta forma, son el reflejo perfecto del respeto de la compañía por el medio ambiente. Además, es innegable que cuentan con un gran poder estético y visual, pero es que, paralelamente, tienen un efecto directo en la productividad y en la salud de los trabajadores. Según un estudio de la Universidad de Cardiff, la productividad de los empleados que trabajaban en lugares que contaban con espacios verdes aumentó en un 15%. Contar con plantas contribuye a regular la temperatura, lo que contribuirá a reducir la necesidad del uso de sistemas de refrigeración o calefacción. La inclusión de espacios verdes en espacios como la oficina es uno de los puntos clave del diseño biofílico, que quiere acercar la naturaleza para obtener de ella todos los beneficios que nos puede ofrecer.
- Utilizar materiales sostenibles: Apostar por el uso de materiales sostenibles tiene un efecto directo sobre el medio ambiente y es algo que no se debe obviar en la construcción de las oficinas de una compañía que presume de ser verde. Por ejemplo, el bambú es un material muy resistente, que además, tiene una gran capacidad de regeneración y es capaz de absorber grandes cantidades de CO2. Lo podemos integrar a través de muebles, tarimas, o como elemento arquitectónico en la construcción sostenible. Otros materiales como el barro cocido, que es reciclable, o la lana de oveja, que actúa como aislamiento térmico y acústico y cuenta con un gran comportamiento ante la humedad, son grandes alternativas ecológicas.
- Uso de luz natural y reducción del consumo energético: Hoy en día contamos con numerosas opciones para reducir el consumo energético, y la llegada de nuevas tecnologías ha aumentados estas opciones. La apuesta por el uso de bombillas LED puede reducir el consumo eléctrico, ya que gastan un 80% menos de energía que las bombillas tradicionales. Lo que en un primer momento puede suponer un desembolso económico superior, tiene su recompensa a medio/largo plazo en el bolsillo e instantáneo en el impacto medioambiental. En cualquier caso, la prioridad para una “empresa verde” en ese sentido debe ser reducir la luz artificial, por lo que es necesario incluir la mayor cantidad de ventanas, tragaluces y demás elementos que permitan el paso de la luz natural. Otro punto importante es implementar planes de educación a los trabajadores para que, a través de pequeños gestos como apagar las luces de espacios vacíos o desconectar los equipos de trabajo, reduzcan el impacto energético de la empresa.
“Si la cara es el espejo del alma, la oficina es el reflejo de lo que es una empresa. Más allá de un punto de vista puramente estético, cómo está distribuida, qué materiales utiliza, el uso que hace de la energía… son aspectos que reflejan el compromiso de una compañía con el medio ambiente. Teniendo en cuenta la importancia que dan actualmente los consumidores a este punto, debe existir una coherencia entre este aspecto y la estrategia de marketing de una compañía si las empresas quieren que resulte creíble”, comenta el paisajista Fernando Pozuelo.