El primer jueves del mes de mayo se celebra el Día Mundial de las contraseñas, una fecha que busca concienciar sobre la necesidad de cuidar al máximo este mecanismo de seguridad en dispositivos electrónicos. Con motivo de esta celebración, el equipo de expertos de Entelgy Innotec Security ofrece una serie de indicaciones para que los usuarios y empresas eviten el robo de sus contraseñas y, por tanto, el acceso a sus datos personales e información confidencial.
Para poder tomar las precauciones necesarias, es importante conocer primero qué técnicas son las más empleadas por parte de los ciberdelincuentes y qué errores de los usuarios les facilita la tarea. Los ataques más comunes son seis:
- Fuerza bruta. El ciberdelincuente utiliza programas especiales que prueban contraseñas al azar hasta dar con la correcta, si bien el atacante intenta primero las más comunes, tales como “1q2w3e4r5t”, “zxcvbnm” o “qwertyuiop”. Si esto no funciona, tratará de obtener alguna pista consultando información relacionada con el usuario. Para ello, tan solo necesitará visitar sus perfiles en redes sociales, en muchas ocasiones mal configurados en términos de privacidad.
- Ataque de diccionario. Un programa informático prueba cada palabra de un “diccionario” previamente definido y que contiene las combinaciones de contraseñas más utilizadas en el mundo.
- Ataque keylogger. El usuario instala inconscientemente un malware, conocido como keylogger, al acceder a un enlace o descargar un archivo de internet. Una vez instalado, éste captura todas las pulsaciones del teclado, incluyendo las contraseñas, y se las envía a los ciberdelincuentes. Es especialmente peligroso ya que registra todo lo que el usuario escribe.
- Phishing. Los cibercriminales engañan a la víctima para que introduzca sus credenciales de inicio de sesión en un formulario fraudulento, al que el usuario ha accedido al clicar en un enlace enviado a través de correo electrónico, redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea. Este mensaje suplanta la identidad de una organización o empresa importante que requiere atención inmediata, por lo que el usuario es fácilmente engañado.
- Ingeniería social. Son aquellas que no se llevan a cabo a través de equipos informáticos. La práctica conocida como “shoulder surfing”, es decir, espiar a un usuario cuando está escribiendo sus credenciales, una llamada de teléfono suplantando la identidad de alguien que requiere una contraseña, así como la simple tarea de buscar en el puesto de trabajo de la víctima son algunas de las técnicas más empleadas dentro de esta tipología. De hecho, una práctica muy común es dejar la contraseña apuntada en un post-it alrededor del equipo, lo cual es totalmente desaconsejable.
- Spidering. Uno de los principales errores cometidos por los usuarios es crear contraseñas relacionadas con su vida personal o trabajo. Los ciberdelincuentes son conscientes de ello y, por tanto, lo aprovechan para robarlas. En esta técnica se emplea una “araña” de búsqueda, muy similar a las empleadas en motores de búsqueda, que va introduciendo los términos. Se trata de un ataque especialmente efectivo contra grandes empresas, pues disponen de más información online, así como para obtener contraseñas de redes Wi-Fi, generalmente relacionadas con la propia compañía.
Según un informe realizado por Ponemon Institute, las pérdidas económicas de media por un robo de información a una empresa ascienden a 3,41 millones de euros. Estas pérdidas se originan por contraseñas poco robustas robadas por los ciberdelincuentes a través de alguna de las técnicas mencionadas. Además, la falta de información y concienciación provoca que usuarios y compañías lleven a cabo prácticas poco recomendables que permiten a los ciberdelincuentes acceder a sus datos y vulnerar los sistemas.
“Contar con contraseñas seguras es un factor fundamental tanto para organizaciones empresariales como para el usuario. Es mucha e importante la información que hay detrás de una clave por ello, a la hora de crear una contraseña tiene que ser la más segura y robusta posible”, explica Félix Muñoz, CEO de Entelgy Innotec Security.