Se acerca la fecha y tanto usuarios como negocios empiezan a frotarse las manos esperando lo que les deparará este año su cita con el Black Friday, que tendrá inicio en la medianoche del 22 de noviembre en las tiendas online y unas horas después en las físicas. Descuentos que algunos ecommerce mantendrán hasta el lunes siguiente, haciéndolo coincidir con el Cyber Monday.
Pero no es oro todo lo que reluce. Algunos ecommerce todavía creen que gracias al “boom” que este fenómeno americano ha generado en la sociedad desde que llegó a España en 2012, no tienen más que esperar a que los usuarios entren en sus comercios y empiecen a consumir las ofertas que les han preparado para este acontecimiento. Desde el equipo de Sillatea, ecommerce de productos de decoración con 2 tiendas físicas en Barcelona, detallan 5 errores que se siguen cometiendo y que se deberían corregir ya para mejorar los resultados de las compañías para este evento:
- Confiar en que el usuario será quien acuda a ti, y no al revés: Un error muy común y que en la actualidad cometen muchos comercios es cruzarse de brazos, esperar que el cliente se acerque, entre y compre gracias a los descuentos ofrecidos, únicamente por el “boom” que producen las palabras “Black Friday”. Es el empresario, el comercio, quien debe acercarse al usuario, atraerlo y ofrecerle una buena campaña. Es más importante ser el primero que ser el mejor. En el caso de esta campaña tan señalada, se trata de dar a conocer tus mejores promociones lo antes posible, no sólo importa el día “de”, sino la preparación previa.
- Dejar la campaña para las últimas semanas antes del Viernes Negro: Es recomendable que con tiempo y previsión antes de la llegada del Black Friday, como cualquier otra campaña, el comercio haga un estudio de los productos de su catálogo y así asegure el éxito de la misma:
- Revisar qué productos son los más destacados, los que más ventas tienen.
- Previsión de stocks, sobre todo de aquellos modelos destacados.
- Campañas publicitarias, anuncios, banners, tanto en la web del comercio como en las redes sociales.
- Crear falsas expectativas: No podemos vender un servicio y un producto excelente ese día puntual si sabemos que durante el año no vamos a poder mantener esa línea de trabajo. No gana quién más hace para ese día, sino aquel que trabaja duro durante todo el año y pone la guinda del pastel con el Black Friday.
- Centrarse sólo en los descuentos: Lógicamente los descuentos son importantes en este tipo de campañas, pero se debe crear una buena publicidad. “Los anuncios o banners que realicemos son claves para ayudar a que todo funcione; no es mencionar únicamente el descuento, sino que hay que potenciarlo, hacerlo visual y atractivo para captar la atención del cliente. Destacar los productos “top ventas”, códigos promocionales…”, afirman desde Sillatea.com. Y no olvidemos que este día es perfecto para crear una nueva cartera de clientes. Dar a conocer tu servicio, tu marca, tus productos… no únicamente para dicha campaña, sino para generar una relación prolongada entre cliente-empresa.
- Hacer remarketing: Es cierto que el remarketing es una herramienta muy útil a la hora de generar publicidad personalizada y vender un producto en concreto, a un target específico. Pero no olvidemos que la función principal del Black Friday es vender, en gran cantidad y a grandes masas. Por lo tanto, estamos hablando de un público que tiene como preferencia comprar mucho y a un precio muy por debajo de lo habitual. Es por ello que el remarketing aquí no tiene la menor importancia ya que no tiene mucha lógica hacer una campaña personalizada y a un público que solo quiere comprar “barato”, es indiferente lo que compren, simplemente compran de forma compulsiva atraídos por la oferta.
- Prestar atención sólo a los clientes actuales: Es importante mantener a los clientes habituales, pero en la actualidad tenemos la suerte de contar con las redes sociales, las cuales nos ayudan a contactar con todo el mundo. Facebook, Twitter, y sobre todo, Instagram, son perfectas para que nuestro mensaje llegue a cuanta más gente mejor. Gracias a ellas, podemos publicar nuestras campañas y nuestros productos; son una herramienta esencial que ayuda a captar nuevos clientes. Así que debemos aprovechar que las tecnologías nos facilitan mucho la tarea de crear conexiones con nuevos clientes potenciales y esto en consecuencia provoca poder darnos a conocer de manera exponencial.