Aunque la cultura financiera de la población ha progresado muchísimo, todavía hay varios errores básicos que los consumidores suelen cometer en lo que se refiere a pedir préstamos online. Aquí te hablamos de seis de ellos.
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1.Solicitar un préstamo para aprovechar una oferta
En ocasiones, las propias entidades financieras contactan a los consumidores con préstamos preconcedidos con muy buenas condiciones. Sin embargo, si el consumidor no tenía pensado pedir el préstamo, pedirlo ahora porque las condiciones sean algo mejores no tiene por qué ser una buena decisión. Al fin y al cabo, pedir un préstamo siempre conlleva un riesgo de impago que no tenemos por qué correr si no es necesario. Por supuesto, todo depende de para qué se vaya a aprovechar el dinero, no es lo mismo una reforma que revalorizará nuestra casa, que unas vacaciones en un país paradisiaco.
2.Solicitar menos dinero del que se necesita
Algunos consumidores son excesivamente conservadores y no solicitan la cantidad suficiente. Después pueden verse obligados a solicitar otro préstamo que complemente lo que no se pidió en el primero, con el problema de que cuando se haga el estudio del segundo préstamo, al ya estar pagando una deuda, la entidad financiera detectará más riesgo y por tanto, probablemente, aplicará un interés mayor.
3.Solicitar más de lo que se necesita, por si acaso
Solicitar dinero en exceso tampoco es buena idea porque encarecerá el préstamo. Por tanto, en la decisión de cuánto dinero pedir hay que hacer cuentas teniendo en cuenta todos los factores posibles y tratar de no pedir ni de más ni de menos.
4.Fijarse solo en los intereses
Por supuesto los intereses son una parte fundamental a valorar cuando se va a pedir un préstamo, pero no deben ser la única: el plazo, las facilidades que nos ponga la entidad para devolver el dinero, las comisiones en caso de impago, la obligación de contratar otros productos, etc, son factores que también se deben tener en cuenta en la ecuación.
5.No devolver el préstamo anticipadamente
Si se tiene ocasión y las matemáticas demuestran que merece la pena, porque la comisión a pagar por la devolución anticipada es menor que lo que vamos a ahorrar no hay que ser perezoso a la hora de decidirse a devolver el dinero de forma anticipada. Ahorraremos un buen dinero de una forma mucho más recomendable que, por ejemplo, pidiendo un préstamo porque está en oferta.
6.Pedir un préstamo a un plazo demasiado largo
Al igual que ocurre con la cantidad de dinero, el plazo de tiempo no debe pasarse ni quedarse corto. Un plazo demasiado largo, conlleva unos pagos mensuales más pequeños, pero el pago de más intereses a largo plazo. Por eso, conviene que el plazo se más corto que largo, aunque siempre conservando la cantidad mensual a devolver en un nivel que no nos suponga un trastorno importante para nuestro presupuesto mensual. En este sentido, hay que tener en cuenta que habrá meses con gastos imprevistos y que a pesar de ellos habrá que seguir devolviendo el préstamo.