Si encuentras que las barras de desplazamiento de tus aplicaciones y los iconos son demasiado pequeños para manipularlas, Windows te permite alterar su tamaño. Pulsa el botón derecho de tu ratón sobre el escritorio y selecciona la opción Propiedades de la lista que aparece.
Cuando aparezca la ventana correspondiente, pincha sobre la pestaña Apariencia. En el campo Elemento localiza la opción oculta Barra de desplazamiento y modifica el tamaño que aparece en la casilla de la derecha. Según vayas incluyendo números, irás viendo el tamaño que tendrá la citada barra. En el caso de los iconos la operación resulta idéntica. Si pruebas un rato con el resto de los elementos, verás que Windows te permite cambiar el color de algunos de ellos, como pueden ser el escritorio, las ventanas, los objetos 3D o la información sobre las herramientas. En el campo Combinación, puedes elegir entre 36 modos de mostrar el escritorio con colores para todos los gustos. Si tienes problemas de vista, puedes seleccionar Estándarde Windows Grande. Para recuperar el aspecto habitual seleccionaremos la opción Estándar de Windows.
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