Otro retailer más en la cuerda floja. Ahora le toca el turno a Urende, la cadena propiedad del grupo Sánchez-Ramade que, ahogada por las deudas, ha decidido acogerse a la Ley Concursal y declararse en suspensión de pagos. Según el Diario Córdoba, que se hacía eco de la noticia el pasado fin de semana, el objetivo de esta operación es sanearse y poder responder de cara a la campaña navideña.
De acuerdo con la información apuntada por este periódico, el grueso de la deuda (que asciende a los 211 millones) es financiera aunque un colectivo importante de pymes reclama pagos a la compañía, por lo que el número de acreedores se sitúa en unos 1.300. Así las cosas, el juzgado concede un mes de plazo para comunicar los créditos y pone en marcha una página web a tal fin (www.concursourende.com) de manera que se agilicen los trámites.
La línea de tiendas especializadas en la venta de electrodomésticos, electrónica e informática de consumo, ya se encontraba en situación de preconcurso pero al no llegar a un consenso para solventar la situación ha optado por esta vía. La razón indicada por una portavoz de la compañía al diario andaluz, es sanear la empresa de cara a las próximas campañas, principalmente a la de Navidad. Actualmente tiene en vigor un ERE que afecta a más de la mitad de su plantilla y que finalizará el 1 de noviembre. De los 22 establecimientos, siguen abiertos una decena.
Se trata de la segunda división del Grupo Sánchez-Ramade en suspensión de pagos pues también Noriega, la constructora del conglomerado empresarial español, se acogió a la Ley Concursal en octubre del pasado año. Además, en el mes de diciembre el holdingvendió Diasa Informática a la norteamericana Arrowy empezó a negociar la venta de su compañía de cines Cinesur. Finalmente, en febrero de 2011 se hacía público que se desprendía de Diasoft, firma de tecnologías de la información y comunicaciones.
