Conteneo, compañía que desarrolla e impulsa negocios innovadores propios en Internet, ha presentado los resultados de un analisis sobre la evolución y futuro de los juegos multijugador, los diferentes aspectos psicosociales a tener en cuenta para poder hacer un uso racional de los mismos y los nuevos modelos de negocio que se han generado alrededor de estas formas de entretenimiento.
En los últimos años se ha producido un importante auge de los juegos multijugador online, una nueva forma de entretenimiento que permite a usuarios localizados en diferentes países competir con oponentes individuales o formando equipos. Este nuevo concepto de diversión abre un mundo de posibilidades casi infinitas para sus aficionados que ahora pueden competir con jugadores de cualquier parte del mundo.
Cambio en el perfil de los jugadores
“En los últimos años se ha producido un importante cambio en el perfil de los usuarios de los videojuegos. De hecho, en España la media de edad de los aficionados ha subido hasta los 27 años, muy por debajo aún de la media del Reino Unido que se sitúa en los 35 y de Estados Unidos, donde uno de cada cuatro jugadores supera ya los 50 años”, explica Carlos González Tardón, psicólogo especialista en el impacto psicosocial de los videojuegos y participante en el encuentro organizado por Conteneo y AlhóndigaBilbao que lleva por título “Juegos multijugador: enemigos y a la vez amigos”.
Este cambio en el perfil ha permitido un mayor conocimiento de la herramienta y, por tanto, la evolución a una visión más positiva de este tipo de entretenimiento.
Aunque un uso irracional de los juegos puede provocar problemas relacionados con las adicciones, la violencia o, incluso el aislamiento social, lo cierto es que, a día de hoy, predominan los muchos aspectos positivos que presentan.
Desde el punto de vista empresarial, es importante destacar que la evolución de Internet, así como la proliferación de diferentes dispositivos móviles que permiten la conexión online y facilitan por tanto, el juego virtual en tiempo real, han generado nuevos modelos de negocio (Free2Play, virtual goods…).
El paso de la adquisición de licencias al formato Free2Play, en el que los ingresos se obtienen por medio de la publicidad y las llamadas cuentas Premium, han convertido a los jugadores en el propio producto. Según datos publicados por Global Enterteinment and Media Outlook 2009-2013, el mercado de los videojuegos facturó 45 millones de dólares en 2009. En España, dentro del sector audiovisual, los ingresos derivados de este nuevo mercado, prácticamente igualaron a los obtenidos por el cine.
La llegada del Free2Play y los micropagos ha conseguido por otra parte, acabar con la piratería, lo que hace que la penetración de estos nuevos formatos se prevea rápida y efectiva. Desde el punto de vista técnico, la evolución apunta hacia el lenguaje XML5, un estándar soportado por todos los navegadores y hacia la creación de juegos más sencillos para descargarlos en los múltiples dispositivos móviles que ya existen en el mercado como los smartphones, las tablets o las propias consolas. La apertura a nuevos mercados como los asiáticos, China, Corea o Japón, también conseguirá incrementar en los próximos años, la cifra de negocio de los juegos online.
“La evolución de la percepción del juego online de producto a servicio, lo que ya se empieza a conocer como VaaS, permitirá el acceso a esta modalidad de entretenimiento desde la Nube. Los juegos online, pueden convertirse así, en los próximos años, en los Fórmula1 de las TICs”, explica Asier Quesada fundador y CEO de Delirium Studios y ponente en el encuentro “Juegos multijugador: enemigos y a la vez amigos”.
Pero, además de los cambios en los modelos de negocio, en los dispositivos para acceder a los juegos, en el perfil de los jugadores, etc, quizá los cambios más destacados tengan que ver con las diferentes aplicaciones prácticas que se han comenzado a hacer de algo que, hasta ahora era concebido, única y exclusivamente como una diversión.
Gracias al incremento de la capacidad oculomotora, ya que estos juegos exigen mucha habilidad, a la rapidez con la que se resuelven los problemas en los videojuegos y a la facilidad con la que los gamers utilizan y analizan mucha información, estas herramientas han sido utilizadas con éxito en otras disciplinas como la medicina o la educación.
En medicina, ya se han realizado diferentes estudios que han mostrado por ejemplo, cómo entre el 6% y el 12% de los cirujanos aficionados a los videojuegos, cometían menos errores quirúrgicos que aquellos que no eran aficionados a este tipo de entretenimiento.
Uso racional y control para sacar lo positivo de la esencia de los juegos
Según los expertos consultados, ninguna forma de ocio debe ocupar un tercio del tiempo destinado al entretenimiento. Pero además, destacan que es necesario tener varias aficiones para poder ponerlas en práctica durante el tiempo libre. “A diferencia de otros juegos que se practican en solitario, los juegos multijugador permiten la creación de estructuras sociales muy dinámicas”, comenta Felipe Sierra, responsable de la comunidad de juegos multijugador WinJuegos.com, y obligan a una planificación efectiva del tiempo, ya que muchos de estos juegos se desarrollan en tiempo real. No son por tanto, espontáneos.
Estas características, así como las estructuras de castigo y recompensa, sobre las que se sustentan estos juegos multijugador, la posibilidad que ofrecen para poder elegir diferentes opciones y el refuerzo de la pertenencia a un grupo, son algunas de las premisas que ya se están empezando a aplicar con éxito, por ejemplo en el ámbito educativo. En este entorno, permitir al alumno elegir lo que quiere estudiar, en función de lo que puede obtener, es uno de los principales cambios que ha aportado la filosofía de los videojuegos a la enseñanza.
Sin embargo, la utilización de estas herramientas, tanto desde el punto de vista del entretenimiento, como desde el punto de vista de la formación, debe estar controlada. En este sentido, entre los principales aspectos a tener en cuenta destacan la seguridad, tanto de los datos como de las propias interacciones entre jugadores, máxime cuando éstos son menores, y el contenido en sí del propio juego. Aunque los valores que propugnen los juegos multijugador, sean positivos, su interpretación y aplicación puede ser errónea.
