Al fin y a la postre: mayor sacrificio debido a las menores niveles de renta. Así de claro se expresan los técnicos de Hacienda en relación al mayor esfuerzo fiscal de los trabajadores españoles, superados solamente por Italia y Portugal, ya que si bien la presión fiscal sobre las rentas del trabajo en España es ligeramente menor a la media europea, todavía es menor nuestro salario medio anual respecto al de los países de la zona Euro. En la actualidad, los españoles ganan un promedio de 22.802 euros anuales brutos, mientras que la media de los países de nuestro entorno se sitúa en unos 34.000 euros, según los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) a partir de datos de la OCDE.
Los técnicos de Hacienda explican el peso que tienen los impuestos sobre el bolsillo de los contribuyentes, ya que muestra cómo dos países, con una presión fiscal idéntica, realizan un “sacrificio” económico muy diferente cuando el nivel de renta de sus ciudadanos no es el mismo. La presión fiscal sobre el salario medio español -es decir, el porcentaje que de lo que ganamos se destina al pago de tributos- se situó en el 37,8% en el año 2008, lo que supone una tasa cinco puntos por debajo de la media europea (43,14%). Sólo los trabajadores de Portugal (37,6%) e Irlanda (22,9%) soportan menor presión fiscal que los empleados españoles. En cambio, los trabajadores de Holanda (45%), Alemania (52%), Finlandia (43,5%) y Austria (48,8%) están sometidos a mucha mayor presión fiscal que los trabajadores de nuestro país. Sin embargo, a pesar de situarse España entre los estados de menor presión fiscal, nuestro país es el territorio de la Zona Euro donde mas ha crecido el esfuerzo fiscal de las rentas del trabajo en los últimos cinco años, sin tener en cuenta la reciente subida de impuestos anunciada hace poco más de un mes por el Ejecutivo.
En este sentido, Gestha advierte que si consideramos los impuestos que soporta un español por el consumo (IVA e Impuestos Especiales), la presión fiscal sobre el salario medio se elevaría desde el 37,8% hasta el 47,01%, y podría incluso superar el 50%, si añadimos los pagos medios de los impuestos sobre sucesiones o donaciones, transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados, impuestos municipales, tasas, etc.
Sin embargo, los Técnicos de Hacienda consideran que la presión fiscal no es homogénea para el conjunto de los ciudadanos, y que existe una presión fiscal “dual”; por un lado, la que soportan las rentas que pueden ser ocultadas como son las de las empresas y profesionales y, por otro, la que soportan las rentas “retenidas en origen” y, por tanto, conocidas y recaudadas por la Hacienda Pública.
En la actualidad, los trabajadores y pensionistas ingresan el 75% de la recaudación total del Impuesto de la Renta y declaran unas rentas anuales de 4.875 euros más que los profesionales y los pequeños y medianos empresarios, y alrededor de 6.833 euros más, si se compara con los ingresos de los microempresarios.
Los empleados y pensionistas declararon el pasado año 18.400 euros de media, mientras que los pequeños y medianos empresarios y los profesionales liberales que declaran sus rendimientos en estimación directa manifestaron ganar sólo 13.525 euros de media, lo que representa una prueba evidente del enorme fraude fiscal que sitúa a España en el segundo o tercer lugar en el ranking de los países más defraudadores de la Unión Europea.
Manos atadas en la lucha contra el fraude Ante esta situación, Gestha considera “prioritario” que los esfuerzos del Ministerio de Economía y Hacienda y de la Agencia Tributaria del Estado se centren fundamentalmente en combatir el fraude, a través de la adopción de una serie de medidas organizativas y estructurales mucho más exigentes que las actuales.
Los Técnicos de Hacienda denuncian que “tienen las manos atadas” en la lucha contra el fraude, y piden al Ministerio de Economía y Hacienda que les otorgue mayores responsabilidades para reducir la economía sumergida y mejorar el control del gasto público, mediante la creación de un Cuerpo Superior Técnico de Hacienda que permitiría duplicar las actuaciones de control tributario y de fiscalización del gasto previstas para 2010.
Gestha estima que con este Cuerpo Superior y un plan eficaz de lucha contra el fraude y control del gasto público, se podría reducir en diez puntos porcentuales las bolsas de fraude y la economía sumergida en España, situándose en niveles similares a los países de la Unión Europea, como Francia o Alemania, ello significaría recaudar anualmente unos 38.000 millones de euros adicionales -25.000 millones por impuestos defraudados y 13.000 millones por cuotas de la Seguridad Social impagadas- que servirían para aliviar el déficit público, mejorar en la financiación de las Administraciones Públicas y las prestaciones sociales. En la actualidad, la bolsa de economía sumergida en España, tanto por fraude fiscal como a la Seguridad Social, supera el 23% del PIB, lo que supone un montante de 240.000 millones euros.