La mayoría de las grandes empresas del sector farmacéutico en España se benefician de algún tipo de rebaja fiscal por dedicar recursos a la innovación. Un 93% de las grandes empresas de este sector utiliza alguna de las diferentes posibilidades ofrecidas por la Hacienda Pública para rebajar su carga impositiva. Así lo ha confirma el último informe publicado por la consultora especializada en optimización de costes Lowendalmasaï, realizado a través de una encuesta a 120 empresas innovadoras de varios sectores.
Para Laura Delgado, experta en Financiación de la Innovación de la consultora Lowendalmasaï,”las ayudas indirectas se han revelado como una de las herramientas más utilizadas por todo tipo de empresas, y la mayoría reinvierte en sus propias actividades investigadoras los ahorros obtenidos por esta más baja fiscalidad”. La experta comenta que esta práctica es mayor en el sector farmacéutico que en otros sectores: “Las empresas españolas del sector farmacéutico han mostrado su preferencia por las rebajas fiscales existentes por este concepto, frente a las ayudas directas. De todos modos, conviene subrayar que casi la mitad de las empresas encuestadas se beneficia de algún tipo de subvención”. Según el estudio, un 45% de las compañías se beneficia de ayudas regionales y un 55%, de estatales.
Para Laura Delgado, esta preferencia de las empresas españolas por financiar su innovación con ayudas indirectas está relacionado con que España es uno de los países europeos en donde más se han primado estas políticas de rebajas fiscales y este tipo de apoyo a la innovación está siendo muy empleado por las grandes rentabilidades que permite.
Otros incentivos infrautilizados
La encuesta remitida por la consultora identifica un total de 7 tipos de incentivos a la innovación repartidos dentro tres grupos: deducciones fiscales, subvenciones, y ayudas al personal investigador. El primer grupo incluye deducciones por I+D+I, Patent Box y amortización acelerada; el segundo, ayudas regionales, nacionales e internacionales; y el tercero comprende subvenciones del programa INNCORPORA. Pese a la existencia de este amplio abanico de posibilidades las empresas alimentarias sólo utilizan 4 de ellos: deducciones I+D, ayudas regionales y nacionales y escasamente el Patent Box.
Laura Delgado explica esta infrautilización de muchos de los incentivos a la innovación por la complejidad de gestión de los mismos: “La justificación y tramitación administrativa de muchas de estas herramientas requiere un conocimiento profundo y exige destinar recursos a su gestión por lo que muchas empresas se centran en aquellos mecanismos menos complejos y de más ágil tramitación”. Y añade: “a veces es una lástima porque con una correcta gestión del conjunto de incentivos las empresas podrían conseguir más recursos para innovar, algo fundamental para seguir manteniendo los altos estándares de calidad alcanzados por la industria farmacéutica española”.
Patent Box
Otra de las conclusiones del estudio es la escasa utilización del Patent Box: tan sólo un 10,34% de las empresas encuestadas se benefician de esta herramienta fiscal. Para Delgado este incentivo fiscal, es uno de los que debería ser más utilizado por un mayor número de empresas de este sector.
La experta explica que podría proporcionar mayores recursos a las empresas farmacéuticas vía desgravaciones del Impuesto de Sociedades ya que este mecanismo permite una rebaja del 50% de la base imponible de los ingresos declarados por la cesión intragrupo de determinados activos intangibles (‘Know How’). Delgado concluye: “es uno de los incentivos menos utilizados y sin embargo puede reportar interesantes rebajas fiscales, su complejidad de tramitación hace que sea uno de los más desconocidos en este y en ot ros sectores, sin embargo en Lowendalmasaï tenemos la experiencia de sorprender gratamente a nuestros clientes tras comprobar los resultados de este mecanismo”.